
Llegamos al periodo estelar de la historia de nuestro fútbol, el de 1989-1999. En los años precedentes se habían producido hitos significativos que contribuyeron a ese crecimiento cualitativo. La mejora del rendimiento de clubes bolivianos a nivel internacional. La significación de la Academia Tahuichi y en menor medida de la Academia Enrique Happ en la formación de niños y adolescentes y en la provisión de grandes jugadores al fútbol profesional. El campeonato sudamericanos sub-16 obtenido por Bolivia en 1986. Todos esos hechos adelantaban lo que se produjo en la década de los años noventa del siglo pasado
EL TORNEO LIGUERO

Ya consolidada, la Liga se desarrolló con normalidad a pesar de un sistema de torneos muy variable, pero siempre por el mecanismo de series y en la modalidad de dos torneos por año, aunque consagrando un solo campeón anual.
La conducción de la institución, cuya sede fue fijada en Santa Cruz, fue muy irregular. Contó con seis presidentes: Guery Jordán (1988-1989), Roberto Richards (1989), Marcelo Roca (1989-1992), Percy Luza (1992), Walter Kreidler (1992-1995) y Guido Áñez (1995-2000). Los dos más destacados de esta etapa fueron, sin duda, los cruceños Kreidler y Áñez.
El número de clubes por campeonato fue mayoritariamente de 12, salvo el periodo 1990-1993 que fluctuó entre 13 y 16 equipos. En cuanto a representación por departamento, en 1992 y 1993 tuvo clubes de 8 de los 9 departamentos del país. El número más alto desde 1964 que había contado con representantes de los 9 departamentos, se dio en 1992 y 1993. Ciclón de Tarija, y Real Beni (1992) y Universitario (1993) del Beni, completaron el octeto, faltando todavía un equipo pandino.
Sin embargo, una de las evidencias tuvo que ver con el hecho de que clubes de departamentos con poca tradición de fútbol profesional, o que no tenían un respaldo de hinchada, ni historia, ni recursos económicos, generaron un «sube y baja» en la secuencia de ascensos y descensos. Baste mencionar a algunos clubes de efímero paso por la Liga: Metalsan, San Pedro y Orcobol de Cochabamba; Universitario de Potosí; Real Beni y Universitario del Beni.
Se produjeron también descensos de clubes que habían sido campeones nacionales: Always Ready, Blooming, Chaco Petrolero (2 veces en el periodo), Litoral (2 veces en el periodo), Municipal y San José.
Los grandes protagonistas

El periodo 1989-1999 fue dominado nuevamente por Bolívar, como había pasado en la etapa 1978-1988. Esta vez los académicos obtuvieron 5 campeonatos: 1991, 1992 (bicampeones), 1994, 1996 y 1997 (nuevamente bicampeones). Lograron además los subcampeonatos de 1990 y 1993. No es aventurado afirmar que la Academia de La Paz tuvo el mejor plantel de su historia en el periodo 1992-1994. En su momento haremos una comparación con el equipo que hizo el mejor papel de un club boliviano a nivel internacional en 2004
Tres de esos títulos los obtuvo de nuevo bajo la batuta de Mario Mercado quien, junto a su mano derecha Guery Jordán, pereció el 21 de enero de 1995 en un accidente, al desplomarse en pleno despegue la avioneta que los conducía de Oruro a Sucre para participar en una reunión de la Liga. El bimotor Cessna había hecho escala en Oruro para recoger al presidente de San José que, junto al presidente de The Strongest, Rodolfo Flores Morelli y el piloto, sobrevivieron. La muerte de Mercado conmocionó al país, no sólo por tratarse del dirigente más señero del fútbol de clubes, sino por su personalidad de empresario minero y político militante de Acción Democrática Nacionalista.
La superioridad de los celestes en 1992 fue tal que logró 70 puntos en 48 partidos (el 73% de los puntos posibles) frente a 58 del subcampeón San José. Consiguió 106 goles (2,20 por partido), recibiendo sólo 33 en contra (0,68 por partido).
Bajo la dirección del ruso Vitaly Schevchenko, el equipo ideal de esa temporada, quizás el mejor once de su historia fue: Carlos Leonel Trucco; Iván Castillo, Jorge Olaechea, Marco A. Sandy y Miguel Ángel Rimba; Carlos Borja, Vladimir Soria y Julio César Baldivieso; Marco Antonio Etcheverry y Jorge Hirano.
Fue presidente en los campeonatos de 1996 y 1997 el hijo de Mercado, Luis Mercado Rocabado. Fueron técnicos en 1991 Moisés Barack, en 1992 Vitaly Schevshenko, en 1994 Antonio López, en 1996 y 1997 Jorge Carlos Habegger.
En 1991 Bolívar ganó los dos campeonatos del año. En el primero jugó la final con San José. En La Paz ganó por 1 a 0, perdió en la vuelta en Oruro por 1 a 0 y ganó por el mismo marcador, 1 a 0, en Cochabamba. En el segundo torneo jugó la final con Oriente. Lo goleó por 5 a 0 en La Paz, perdió por 3 a 1 en Santa Cruz y remató faena al ganar a los cruceños por 1 a 0 en Cochabamba. En 1992 en la final los celestes vapulearon a San José en el Siles por 6 a 1 y en la vuelta en el Bermúdez ganaron por 3 a 1, con un resultado acumulado de 9 a 2. En 1994 Bolívar obtuvo el título al ganar el hexagonal final con 15 puntos, 4 por encima del segundo Wilstermann que consiguió 11. En 1996, en la misma modalidad, la Academia consiguió el título al ganar el hexagonal final, pero muy ajustado. Obtuvo 20 puntos, los mismos que Oriente, su mejor gol diferencia de +10 lo hizo campeón. En 1997 ganó los dos torneos. del año, en el hexagonal final ganó el título sin sobresaltos con 25 puntos, 7 por encima del subcampeón Oriente Petrolero.

Los cinco campeones tuvieron estos jugadores a: Luis Abdeneve, Mauricio Adorno, Víctor H. Antelo, Víctor Aragón, Hebert Arandia, Julio César Baldivieso (mundialista), Marco A. Barrero, Diego Bengolea, Carlos Borja (mundialista), Joaquín Botero, Iván Castillo, Ramiro Castillo (mundialista), Víctor H. Civarelli, Luis Héctor Cristaldo (mundialista), Richard Cueto, Marco Antonio Etcheverry (mundialista), Marcos Ferrufino, Alejandro Giuntini, Jefferson Gotardy, Daniel Hernández, Jorge Hirano (selección peruana), Eduardo Jiguchi, Sergio Joao, Carlos Ángel López (selección argentina), Miguel Ángel Mercado, Claudio A. Mir, Tito Montaño, Jorge Olaechea (selección peruana), Thomas Nkono (selección camerunesa), Fernando Ochoaizpur, Darwin Peña, Walter Perazzo (selección argentina), Roberto Pérez, Limbert Pizarro, Miguel Ángel Rimba (mundialista), Juan Carlos Ríos, Darío Rojas (mundialista), Rafael Salguero, Fernando Salinas, Marco Antonio Sandy (mundialista), Mauricio Soria, Vladimir Soria (mundialista), Carlos Leonel Trucco (mundialista), Antonio Vidal González, Juan J. Urruti, Eduardo Villegas, Óscar Villegas y Javier Zeoli (selección uruguaya).

La selección que clasificó al Mundial en 1993 y la que lo disputó en 1994 tenía los siguientes jugadores de Bolívar: Baldivieso, Barrero, Borja, I. Castillo, Cristaldo, Etcheverry (que a mitad del 93 pasó a Colo Colo), Jiguchi, Rimba, Ríos, Rojas, Sandy, Soria y Trucco. (13 jugadores)
El segundo club más ganador fue The Strongest que consiguió las coronas de 1989 y de 1993, y el subcampeonato de 1999. Presidían al Tigre en 1989 Rafael Mendoza y Mario Oxa y en 1993 Jorge Sfeir.

The Strongest, dirigido por Jhonny Bermúdez en 1989 y por Carlos Aragonés en 1993 contaba con un plantel notable. En 1989 los atigrados ganaron el primer campeonato jugado a dos ruedas; obtuvo 24 puntos, 1 por encima de Blooming. Eso le dio derecho a disputar la final con el campeón del segundo torneo, Oriente Petrolero a partido único que The Strongest ganó por 1 a 0. En 1993 se disputó un solo campeonato en dos fases y un hexagonal final que Strongest ganó con 14 puntos, 1 por encima de su clásico rival Bolívar. En el clásico empató a 0 goles en el primer encuentro y a 1 gol en el segundo.

Su plantel en los dos títulos que obtuvo estuvo integrado por: Víctor Aragón, Robert Arteaga, Eliseo Ayaviri, Olsen Borja, Ramiro Castillo (mundialista), Óscar Figueroa, Ricardo Fontana, Marcos Francisquini, Arturo García, Serafín Gareca, Miguel A. Gariazú, Óscar Guzmán, Alberto Illanes, Julián Jiménez, Erwin Justiniano, Sergio Óscar Luna, Víctor H. Marquesini, Eligio Martínez, Milton Melgar (mundialista), Claudio Mir, Tito Montaño, Mario R. Ortega, Roberto Quinteros, Gustavo Domingo Quinteros (mundialista), Juan Carlos Ríos, Óscar Sánchez (mundialista), Marcelo Torrico (mundialista), William Troncoso, Jhonny Villarroel y Eduardo Villegas.
The Strongest aportó a la selección en 1993 y 1994, clasificación y Mundial a: Arteaga, Castillo, Francisquini, Gareca, Guzmán, Melgar, Quinteros, Ríos, Sánchez, Torrico y Villarroel. 11 jugadores.

Blooming tuvo ocasión en este periodo de emparejar en títulos a su clásico rival regional, al obtener 2 campeonatos seguidos, el de 1998 y 1999 en la presidencia de Juan Callaú. Fue el director técnico del equipo Carlos Aragonés. Fueron galardones particularmente emotivos porque en 1995 le había tocado ser el primero de los grandes en descender de categoría, cuando en la tabla final ocupó el último lugar con 27 puntos en 29 partidos. Doble dolor, pues el último partido de ese campeonato lo perdió con Oriente por 1 a 0.
En 1998 hizo una gran campaña con 92 puntos en 46 partidos, con 27 triunfos y sólo 8 derrotas. Wilstermann había ganado el torneo apertura y los celestes el de cierre. En la final en Santa Cruz goleó a los rojos por 3 a 0 y en la vuelta en Cochabamba volvió a ganar, esta vez por 1 a 0. El bicampeonato lo obtuvo triunfando en el apertura, el clausura lo ganó The Strongest. En la final le ganó al Tigre por el mismo resultado en los dos partidos, 3 a 2 en La Paz y en Santa Cruz. Ganó con 86 puntos en 46 partidos, 26 triunfos y 12 derrotas.

Este el plantel del bicampeonato: Marcos Aguilera, Lorgio Álvarez, Víctor Hugo Antelo, Carlos Arias, Hebert Arandia, Mauro Blanco, Jimmy Blandón, Leandro Cabrera, Mauro Cantoro, Roberto Correa, Julio Cortez, Hugo Couceiro, Limberg Gutiérrez, Raúl Gutiérrez, Hernán Lisi, Hugo Justiniano, Raúl Justiniano, José Loayza, José Menacho, Miguel Merlo, Roly Paniagua, Gustavo Paredes, Juan Carlos Paz García, Reny Rivera, Nicolás Suárez, Rubén Tufiño, Roland Vargas, Yamil Virhuez y Guery Yabeta.
Blooming aportó a la selección del 93 y el 94 con los siguientes jugadores: Arandia, Chávez, Moreno, JM Peña y Soruco, 5 jugadores.

En 1990 Oriente conquistó su tercera corona nacional en la presidencia de Miguel Antelo y bajo la conducción técnica de Antonio de la Cerda. Hay que subrayar que en tres oportunidades obtuvo el segundo lugar: en 1989, 1996 y 1997. El cuadro albiverde ganó los dos torneos del año 1990, en ambos casos frente a Bolívar, En la final de finales perdió por 4 a 1 en La Paz, ganó 2 a 0 en Santa Cruz, empató a 1 en Cochabamba (en las finales el gol diferencia no contaba) y ganó por penales 4 a 3. Fue un desenlace de infarto.

El equipo de ese título tenía estos jugadores destacados: Celio Alvés, Wilson Ávila, Francisco Becerra, Juan Bernuncio, Roberto Bruneto, José E. Campos, Rolando Coímbra, Luis Héctor Cristaldo (mundialista), Carlos Da Silva, Arturo García, Hebert Hoyos, Eduardo Jiguchi, José L. Medrano, Milton Melgar (mundialista), Modesto Molina, Jorge Monasterio, Romer Roca y Marciano Saldías.
Oriente aportó a la selección del 93 y 94 con los siguientes jugadores: Molina, Monasterio, Pinedo, Ramallo, Rivero, Rojas, Rueda y Takeo. 8 jugadores.

La gran revelación de este periodo fue San José que se metió entre los grandes, merced a su gran desempeño entre 1991 y 1995. Primero con los subcampeonatos del 91 y el 92, luego al lograr su segunda corona nacional después de 40 años, al obtener el título de 1995. Era presidente de los santos José Sánchez Aguilar y su dt el veterano uruguayo Walter «Cata» Roque. El equipo de la V azulada ganó el campeonato de punta a punta, tanto el primer como el segundo torneo y ante el mismo rival, un aguerrido Guabirá. En el hexagonal final logro 21 puntos con +15 de gol diferencia lo que le dio ventaja sobre Guabirá que tenía el mismo puntaje con +3 de gol diferencia. En total obtuvo 81 puntos en 44 partidos con 24 triunfos y 11 derrotas.
El campeón contó con este plantel: Celio Alvés, Freddy Cossío, José E. Campos, Douglas Cuenca, L. Da Silva, Juan C. Daza,, Marco Ferrufino, Arturo García, Óscar Guzmán, Marco Herrera, Luis A. Ibarra, Carlos Layme, José L. Monasterio, José L. Montaño, Fernando Ochaizpur, Luis A. Orellana, Roly Paniagua, Miguel Terán y Eduardo Villegas.
San José aportó a las selecciones de 1993 y 1994 a: Antelo, Aramayo, Cossío y Pérez. 4 jugadores.

Una evidencia de estos años es que se consolidaron lo que se conoce como los grandes del fútbol boliviano y que lo habían sido claramente desde los inicios del fútbol profesional: Bolívar, Wilstermann, The Strongest, Oriente Petrolero y Blooming. Pero a ellos se sumó un San José que reverdeció los laureles de la década de los años cincuenta. Hay que anotar que Wilstermann no pudo hacerse de ningún título y tuvo que contentarse con los subcampeonatos de 1994 y 1998. En esta lista se coló también Guabirá que logró el segundo lugar en 1995, veinte años después de su único título nacional obtenido en 1975.

En este texto no se puede olvidar a los goleadores, los grandes protagonistas del fútbol. La super figura fue Víctor Hugo Antelo, el más grande goleador de toda la historia del fútbol boliviano, no sólo en el total de goles anotados (350), sino por el número de veces que fue máximo artillero del campeonato nacional (7). En este periodo Antelo fue el mayor anotador en 1989 (Real Santa Cruz), 1993 (San José) y 1997, 1998 y 1999 (Blooming). Juan Carlos Sánchez fue máximo artillero de la Liga en 1990 (San José). Jackson Rodríguez lo fue en 1991 (Petrolero). Álvaro Peña en 1992 (San José). Óscar González en 1994 (Independiente Petrolero). Juan Berthy Suárez en 1995 (Guabirá) y Sergio Joao en 1996 (Stormers).
LA COPA LIBERTADORES

Sin discusión esta fue la mejor etapa de clubes bolivianos en la Libertadores, baste decir que nuestros equipos superaron la primera fase 14 veces (sumados todos los clubes) y la segunda fase en 3 ocasiones.
Entre 1989 y 1999 Bolívar disputó la Copa 8 veces, Oriente Petrolero 4, The Strongest y San José 3; Wilstermann 2; Guabirá y Blooming 1.
Los clubes bolivianos consiguieron en este periodo el 20% del total de goleadas a favor, considerando más de 60 años de competición.

Esta etapa dorada tuvo en Bolívar a su mejor protagonista, no sólo por sus 8 participaciones (1989, 1991, 1992, 1993, 1994, 1995, 1997 y 1998), sino por el hecho de haber pasado a la segunda fase en las 8 ocasiones y haber llegado a la tercera fase en 3 ocasiones (1994, 1997 y 1998). Mantuvo el invicto como local ante equipos extranjeros en 24 partidos a lo largo de 11 años (1983-1994), récord que no ha sido superado por ningún otro club nacional.
Digamos, eso sí, que estos resultados tuvieron que ver con. el hecho de que durante ese periodo la Conmebol decidió que se clasificaran 3 de los 4 equipos de cada serie, cuando en el pasado la modalidad había sido de uno o dos clasificados por serie. Pero digamos también que de las 8 clasificaciones de los celestes, en 4 ocasiones obtuvo el 1º lugar de la serie, en 2 el 2º lugar y sólo en 2 el 3º. Todo merced a un fútbol rápido, triangulado, ofensivo y ambicioso.

En 1991 la Academia presentó probablemente la mejor alineación de su historia en Libertadores (enfrentó a Oriente, Boca, River y Nacional del Uruguay): Javier Zeoli (selección uruguaya); Tito Montaño, Alejandro Giuntini, Marco Ferrufino y Miguel Ángel Rimba (mundialista): Jorge Olaechea (selección peruana), Carlos Borja (mundialista) y Vladimir Soria (mundialista); Marco Antonio Etcheverry (mundialista), Fernando Salinas y Jorge Hirano (selección peruana); bajo la dirección técnica de Jorge Carlos Habegger.
En 1994 le tocó enfrentar en segunda fase a The Strongest, tras haber superado al propio Tigre, a Minerven y Sport Marítimo de Venezuela, logrando 8 puntos y el invicto. En esa segunda instancia (en la primera había empatado los 2 partidos a 0 goles con The Strongest), obtuvo el triunfo en el partido de ida por 2 a 1 y el de vuelta por 4 a 0 sobre los atigrados (2 goles de Baldivieso, Antelo y Soria).

En 1998 Bolívar obtuvo el mayor número de puntos (20) en la participación de un equipo boliviano en la Copa, sólo igualado por el propio Bolívar cuando llegó a semifinales en 2014. Le tocó enfrentar a Oriente, Peñarol y Nacional de Uruguay en la primera fase en la que obtuvo el 1º lugar con 13 puntos y 1 sola derrota (ante Nacional). En octavos enfrentó a Bucaramanga de Colombia al que derrotó en la ida y en la vuelta. En cuartos se desmoronó al empatar a 1 en La Paz con Barcelona y perder por goleada (4 a 0) en Guayaquil.
El equipo que logró ese desempeño fue el siguiente: Luis Héctor Cristaldo, Richard Cueto, José M. De Souza, José Fernández, Jefferson Gotardy, Eduardo Jiguchi, Sergio Joao, Miguel Mercado, Fernando Ochoaizpur, Juan Carlos Olave, Darwin Peña, Limbert Pizarro, Felman Puro, Miguel Ángel Rimba, Darío Rojas, Rafael Salguero, Marco Antonio Sandy, Vladimir Soria y Roberto Vaca. Dirigió al equipo Luis Orozco.
Sergio Joao no sólo fue el máximo goleador de Bolívar, sino el máximo artillero de esa versión de la Copa con 10 tantos.
El Tigre hizo su mejor papel en 1990 cuando enfrentó a Oriente, Barcelona y Emelec de Ecuador, Logró el segundo lugar en la serie con resultados notables como el esforzado 4 a 3 en La Paz contra Emelec y su pleno como local contra los tres rivales. En segunda fase se contentó con un empate a 1 con Universidad Católica de Chile y una derrota de visitante por 3 a 1.

El cuadro aurinegro tenía a: Ángel Gariazú, Tito Montaño, Gustavo Paredes, Alberto Illanes, Eligio Martínez, Eduardo Villegas, Eliseo Ayaviri, José Luis Coronado, William Ramallo, Óscar Arce, Sergio Óscar Luna, Mario Ortega y Julián Jiménez. Era su director técnico Moisés Barack.
LA COPA MERCONORTE

La Conmebol creó la Copa Merconorte en 1998 (tuvo efímera vida, pues sólo se disputó hasta 2001). El primer equipo boliviano en participar en la competencia fue The Strongest que debutó en 1998 ante A. Nacional de Colombia en La Paz (0-2). Enfrentó en su serie también a Alianza Lima y Barcelona. Hizo un buen desempeño en sus encuentros. Logró el segundo lugar con 8 puntos, empatado con Alianza Lima que lo superó por gol diferencia.. Su mejor resultado fue 3 a 2 en Medellín frente al A. Nacional con goles de Berthy Suárez, Demetrio Angola y Luis Suárez. Un gran resultado y uno de los más notables de cuadros bolivianos jugando de visita.
En 1999 participó en el torneo de nuevo The Strongest, con un desempeño más pálido (4 puntos, ultimo en la serie). En 2000 representó a Bolivia Oriente Petrolero y en 2001 Blooming.
LA SELECCIÓN

La Federación Boliviana de Fútbol tuvo en estos años 4 presidentes: Alfredo Salazar (1988-1990), José Saavedra (1990-1992 y 1994-1998), Guido Loayza (1992-1994) y Sergio Asbún (1998-2000).

El dirigente que quedó para la historia ha sido Guido Loayza que en sus dos años de gestión consiguió la primera clasificación del país al Mundial (las participaciones de 1930 y 1950 fueron por invitación) y la tercera participación mundialista. Su apuesta por un técnico «incógnita», y su conducción acertada en el aprovechamiento de los tiempos, las opciones de uso de un Centro de Alto Rendimiento europeo y el altísimo número de partidos internacionales en su periodo, permitieron los importantes logros obtenidos, sólo equiparables al título sudamericano que logró Roberto Prada en 1963. Le sigue en importancia José Saavedra que tuvo la responsabilidad de la organización y conducción de la Copa América 1997 disputada en Bolivia, que nuestra selección estuvo a punto de ganar. Sólo superada por Brasil, logró el subcampeonato continental.
Entre 1989 y 1999 Bolivia jugó 121 partidos, el número más alto de toda la historia considerando periodos equivalentes antes y después de este. Jugó en 21 países; 9 de América del Sur; 3 de América del Norte; 3 de América Central; 5 de Europa y 1 de Asia.
Disputó 1 Copa del Mundo; 1 Copa Confederaciones; 6 Copas América; 3 Eliminatorias; 3 Copas Paz del Chaco; 7 campeonatos amistosos y varios partidos amistosos.
Eliminatorias

En este periodo la selección jugó las Eliminatorias para el Mundial de Italia 90, Estados Unidos 1994 y Francia 1998.
1989

En 1989, para Italia 90 nadie daba dos centavo por el equipo nacional que venía de un muy flojo papel en la Copa América de 1989. Los dirigidos por Jorge Habegger, el técnico argentino de un exitoso Bolívar, habían hecho una mala etapa preparatoria y se enfrentaban a Uruguay y Perú.
El equipo nacional alineó así: Luis Galarza en el arco; Carlos Borja marcando punta, dos veteranos Ricardo Fontana y Eligio Martínez (ambos naturalizado) marcadores centrales y el cañonero Roberto Pérez, atrás; Vladimir el “tres pulmones” Soria , Milton Melgar, Erwin Romero (en ese momento el mejor jugador del fútbol nacional) y Francisco Takeo en el medio sector; William Ramallo y Álvaro Peña adelante, oportunistas y goleadores, sobre todo Ramallo. Alternaron: en el arco un Carlos Leonel Trucco (de origen argentino) en pleno ascenso, quien sería el arquero que defendió más veces el arco boliviano; en la defensa Marco Ferrufino, Ramiro Vargas y Tito Montaño; en el mediocampo Luis Héctor Cristaldo y Erwin Sánchez, dos de las glorias del fútbol nacional, con proyección hacia adelante Platiní quien contaba con un remate que no ha tenido parangón en nuestro fútbol; estaban también Eduardo Villegas y Romer Roca.
El 20 de agosto debutamos ante el Perú en La Paz. Logramos un 2 a 1 innecesariamente angustioso ante un equipo netamente inferior. Pero La prueba de fuego la planteaba sin duda el Uruguay, que a diferencia del 77 cuando su única estrella notable era Fernando Morena, traía una verdadera constelación. Bolivia ganó con claridad un partido que debió terminar con tres goles de diferencia y acabó con un ajustado 2 a 1. En el segundo tiempo la verde borró del mapa al equipo uruguayo. Los cuatro puntos en casa, logrados por primera vez desde 1977, eran un gran seguro antes de salir. Por eso, lo que se hizo en Lima contra Perú nos hizo pensar que Italia estaba en el bolsillo. Los desteñidos peruanos no pudieron revertir en su casa lo que sufrieron en La Paz. En una tarde inolvidable, Bolivia volvió a ganar en El Nacional como lo había hecho en 1953. Bolivia 2 Perú 1. Bolivia llegó a la capital de la banda oriental buscando el empate. El equipo se cayó en una producción que hasta entonces había sido impecable. El 2 a 0 final dejó a la selección fuera de juego. Con igual número de puntos que Uruguay (6 cada uno), Bolivia perdió el pasaporte al mundial por gol diferencia (+5 de Uruguay, +1 de Bolivia). Estuvimos verdaderamente en el umbral de la Copa con plenos merecimientos.
1993

Hasta que llegó el momento de la historia. El inolvidable 1993 para llegar a Estados Unidos 94. Un hecho excepcional tuvo que ver con lo práctico: transformar la dificultad en oportunidad. La organización FACRUZ (Futbolistas Agremiados de Santa Cruz), germen de FABOL (Futbolistas Agremiados de Bolivia), decretó un paro indefinido de jugadores hasta que se promulgara el estatuto del jugador. El conflicto llegó a punto muerto que se tradujo en la suspensión del primer torneo del año 1993. Ese receso permitió que la selección que se preparaba para la Eliminatorias que comenzaron en junio, pudiera trabajar a tiempo completo y dedicación exclusiva.

La tarea del presidente de la FBF Guido Loayza y su equipo fue notable. Quizás la decisión más relevante fue la de escoger al entrenador, entonces casi un desconocido en el contexto del fútbol internacional, el español Xabier Azkargorta. la tarea del técnico combinó lo estrictamente futbolístico con una tarea psicológica y de reafirmación de la autoestima de los jugadores nacionales. Esta visión se combinó con la mejor generación histórica de nuestro fútbol. Si bien Darío Rojas jugó el primer partido en el arco, el titular indiscutible en la meta fue Carlos Leonel Trucco. El planteamiento de Azkargorta fue de un 5-4-1 dinámico según el desarrollo del partido, mas cerrado en la visita, con mucha proyección de los laterales como local y una subida progresiva de un par de mediocampistas que eventualmente se convierten en delanteros netos. Funcionó magníficamente, salvo el naufragio de Recife. De ese modo, Carlos Borja se convirtió en un marcador de punta que en La Paz subía al punto de ser permanente puntero de penetración. En el centro de la zaga Gustavo Quinteros y Marcos Sandy, y en la marca en la otra punta Miguel Ángel Rimba y Luis Héctor Cristaldo que alternaba entre quinto zaguero, mediocampo de marca y delantero algo volcado a la izquierda. Cristaldo fue un verdadero motor del equipo. El medio fue siempre un lujo, Milton Melgar y Erwin “Platini” Sánchez como manijas, el uno para serenar y organizar el juego, y el otro para darle fuerza y proyección, además, en el festival de goles bolivianos, el remate aniquilador de “Platini” Sánchez fue más que decisivo. Julio César Baldivieso fue de una importante ductilidad en ese engranaje de penetración entre el mediocampo y el área, con algunas vivezas notables y con una capacidad como lanzador que en La Paz no tienen parangón en toda la historia de nuestro fútbol. Fue también un tiempo de madurez de un grande Ramiro “Chocolatín” Castillo, exquisito en el manejo de la bola y el tránsito del mediocampo al ataque. Marco “Diablo” Etcheverry merece un punto aparte. Con un talento innato mezclado con una velocidad desequilibrante, era un jugador capaz de cambiar un partido en una jugada, un hombre “tocado” por la magia del futbol que se transmite en los poros, siempre en el límite de la genialidad. La grave lesión que sufrió jugando para el Colo Colo impidió que Etcheverry fuera uno de los diez grandes jugadores sudamericanos de todos los tiempos. Finalmente, en el lugar de la definición, alternaron William Ramallo y Álvaro Peña. Ramallo que parecía tener un romance con las Eliminatorias fue el hombre decisivo a la hora de la puntada final, con un sentido de la posición y la oportunidad envidiable, contribuyó enormemente a la clasificación. A Álvaro Peña le quedó la satisfacción de un gol inolvidable frente a Brasil. Jugaron también en ese equipo de oro: Johnny Villarroel, Iván Castillo, Juan Manuel Peña, Sergio Rivero, Mario Pinedo y Modesto Soruco.
Con esa constelación Bolivia inició su andadura en Puerto Ordaz ante Venezuela. En ese partido se vio que lo que venía era algo completamente nuevo. El 7 a 1 que le propinó a Venezuela es la mayor goleada en la historia de las Eliminatorias de una selección en calidad de visitante. La Verde dio un recital de fútbol demoledor en el ataque y la velocidad.

Pero la fecha señalada por el calendario era el 25 de julio de 1993 en el Siles. Llegaba el invicto de 40 años, Brasil, que con ese equipo sería campeón mundial un año después, daba por hecho que Bolivia no ganaría. En un partido equilibrado, pero con superioridad nacional en las ocasiones de gol y en la batalla en el área auriverde, parecía que el marcador no se abriría, más aún cuando «Platiní» Sánchez falló un penal que fue atajado por Taffarel a los 80 minutos. La hora señalada había llegado a los 87 minutos. Etcheverry avanzó desde el círculo central, enfrentó a su marcador, luchó como un gladiador y logró dirigir la pelota al arco brasileño, el balón rebotó en el tobillo de Taffarel y entro entre su piernas al fondo de la portería. Ese fue el gol adelantado de la clasificación. El partido terminó 2 a 0 con otro gol esta vez de A. Peña a los 89. Gigante caído, gloria y sombras de veto a la altura sobre el Siles. Le llegó el turno a Uruguay, Bolivia ganó con comodidad, Francéscoli libró a los celestes de una goleada con un magistral tiro libre cuando el partido expiraba, 3 a 1. Vino luego Ecuador, equipo duro y correoso. Fue el partido más difícil en La Paz, el triunfo fue muy ajustado y pudo haber sido empate, 1 a 0. El cierre como locales fue otro festín, la débil Venezuela enfrentó a un equipo inspirado y mágico, Melgar y Etcheverry se convirtieron en los conductores de un encuentro-monólogo que terminó en un 7 a 0 inapelable con algunos goles de prestidigitadores como el de Etcheverry que de 30 metros hizo un globo inatajable.
La única mancha de esta Eliminatoria fue el desproporcionado resultado de la revancha con Brasil, 0-6 en Una infernal Recife. la selección parecía atontada y desorientada, sin capacidad de reacción, afortunadamente fue la excepción. Con Uruguay en Montevideo la derrota por 2 a 1 no refleja el largo merecimiento boliviano por lograr el empate. Baste recordar que el juez alargó el primer tiempo con ¡9 minutos de adición!, precisamente en ese tiempo es que llegó el segundo gol uruguayo. En el último partido en Guayaquil, Bolivia logró la clasificación al Mundial con un esforzado y justo empate con Ecuador con el gol definitivo de Ramallo, el goleador de la Eliminatoria. El equipo dejó en el camino a Uruguay y logró una estadística notable: 8 partidos, 5 triunfos, 1 empate, 2 derrotas, 22 goles a favor 11 en contra y el segundo lugar en la tabla.
1996-1997

El camino al Mundial de Francia 98 se mezcló con la disputa de la Copa América 1997 disputada en Bolivia y marcó un punto de inflexión. El ascenso que cristalizó en 1993 y 1994, reflejó el comienzo de su ocaso en ese momento que coincidía con la nueva modalidad de una Eliminatoria larga en la modalidad todos contra todos de las selecciones sudamericanas.
Dusan Draskovic ex técnico de un exitoso Ecuador llegó a fines de 1995 para encarar las Eliminatorias con grandes expectativas, pero apenas dirigió a Bolivia en sus tres primeros partidos. Después de una derrota con Argentina como visitante, una gran goleada a favor ante Venezuela como local y un empate de local con Perú, dejó la selección y fue sustituido por Antonio López, a quien el mismo Drascovic había sucedido. López dirigió 13 partidos al cuadro verde en esta competición y en el ínterin la llevó al subtítulo en la Copa América.
El equipo base de Bolivia fue: Carlos Leonel Trucco en el arco; Miguel Ángel Rimba, Juan Manuel Peña, Óscar Sánchez, Marco Sandy y Luis Héctor Cristaldo atrás; Vladimir Soria, Ramiro Castillo y Sergio Castillo en el medio campo; Marco Antonio Etcheverry como media punta y Jaime Moreno adelante. Alternaron: en la defensa Iván Castillo; en el medio campo Julio César Baldivieso, Rubén Tufiño y Fernando Ochoaizpur y adelante Milton Coímbra. Jugaron esas Eliminatorias un total de 31 jugadores.
El planteamiento general fue más bien defensivo, con una línea de entre 4 y 5 defensores (cuya base fueron Peña, Sandy y Sánchez), sobre todo en los encuentros como visitante. Un medio campo muy poblado que apostó al talento de Etcheverry y Castillo, complementados por Baldivieso (8 partidos) y Platiní Sánchez (4 partidos), que habían tenido un rol destacado en el 93 y 94 pero fueron menos solicitados por López. Adelante la apuesta se hizo por Moreno y Coímbra (jugador de medios tiempos).
A pesar de que hubo un proceso de partidos dividido en dos: antes y después de la Copa América, el gran desempeño de la selección en el torneo continental no mejoró para nada el rendimiento general. De los 17 puntos obtenidos, 14 los logró antes de la Copa y sólo 3 después. Hay que decir, sin embargo, que jugó 10 partidos antes del torneo y 6 después (5 de ellos como visitante).
Mantuvo el invicto de La Paz con 4 triunfos y 4 empates. Los dos mejores partidos de la verde los disputó contra Venezuela con un aplastante 6 a 1 ante el cuadro que ocuparía el último lugar.
Ganó la Eliminatoria Argentina con 30 puntos. Clasificaron al Mundial Argentina, Paraguay, Colombia y Chile y, por supuesto, Brasil, último campeón mundial. Bolivia ocupó el penúltimo lugar solo por encima de Venezuela, logró 17 puntos, 13 más que Venezuela y 4 por debajo de Ecuador y Uruguay, que lograron 21 cada uno. Chile, el cuarto clasificado, obtuvo 25 puntos, 8 más que el equipo nacional. La diferencia de gol fue razonable, 18 goles a favor y 21 en contra con -3 de gol diferencia.
Copa del Mundo

Pocas veces en su vida republicana la nación había encontrado un factor de orgullo colectivo como este. Esos meses eufóricos coincidieron con la transición, en pleno vigor de la democracia que se había conquistado en 1982. Bolivia llegó al Mundial de 1994 con genuina expectativa, tras un año en el que el fútbol se convirtió en uno de los mayores factores de unidad del país. Tras una larga gira preparatoria Azkargorta definió al cuadro que disputaría el torneo, empezando por el gran desafío de abrir la Copa frente al vigente campeón del mundo, Alemania. Estos fueron los jugadores escogidos: Julio César Baldivieso, Carlos Borja (capitán alterno), Ramiro Castillo, Luis Héctor Cristaldo, Marco Antonio Etcheverry, Milton Melgar (capitán alterno), Jaime Moreno, Álvaro Peña, Juan Manuel Peña, Mario Pinedo, Gustavo Quinteros, William Ramallo, Mauricio Ramos, Miguel Ángel Rimba, Darío Rojas, Erwin Sánchez, Óscar Sánchez, Marco Sandy, Vladimir Soria, Modesto Soruco, Marcelo Torrico y Carlos Leonel Trucco.

La selección tuvo el privilegio de jugar el partido inaugural contra el campeón mundial de 1990, la selección alemana. Fue el 17 de junio de 1994 en el estadio Soldier Field de Chicago, ante 63.117 espectadores, el número más alto de espectadores en un partido mundialista jugado por el equipo nacional. No ocurrió lo previsible. Alemania no fue una tromba y Bolivia no fue un convidado de piedra. Los germanos apostaron a un ataque vertical sobre la base de Klinssmann como un ‘panzer’ y apoyado por la técnica de Riedle. Los bolivianos tardaron en organizarse, pero en cuanto el balón fue trabajado con talento por Melgar (el mejor jugador de la cancha) los tiempos fueron de los verdes. El toque en un tic-tac perfecto llevó el juego al medio campo y fue administrado por Bolivia. El único gol llegó en el segundo tiempo. Trucco salió fuera del área ante la evidencia de una defensa desfondada y resbaló en la cancha mojada. Remate suave Klinssmann ante arco vacío y gol, el único de un encuentro que fue muy parejo. El ingreso del símbolo de Bolivia generó mucha expectativa. Menos de tres minutos después, una jugada fuerte de Matthaus en su contra, provocó una reacción del Diablo. El árbitro, Arturo Brizzio de México, que como mucho debió sacar amarilla, expulsó al jugador nacional y le frustró el mundial.

El partido con Corea del Sur fue un partido que se explica muy bien con la definición de “Ida y vuelta”. Ninguno de los equipos regaló nada y ambos decidieron atacar sin concesiones, con ligera ventaja para Corea del Sur. Se crearon muchas situaciones de gol, algunas francamente espectaculares. Los jugadores coreanos, tradición de su fútbol, apelaron con demasiada frecuencia a la violencia a despecho de la expulsión por doble amonestación de Cristaldo a los 38’ del segundo tiempo. En el recuerdo queda el increíble gol fallado por Baldivieso en el filo del tiempo de adición. El encuentro terminó 0 a 0, el primer y único punto conseguido por Bolivia en Copa del Mundo después de un esfuerzo gigantesco y sin duda el mejor partido disputado por la selección de los seis que jugó entre 1930 y 1994.

Bolivia se jugó la vida ante España. Ambos equipos sabían que en este match estaba la clasificación, lo que marcó una fuerte tensión y mucho nervio que reveló imprecisiones de bulto en los dos rivales. Pero estuvo claro que hasta los 18’ del primer tiempo Bolivia manejó el partido, controló el medio sector y avisó con un soberbio remate de Ramallo que pegó en el travesaño. El árbitro, el costarricense Rodrigo Badilla, se inventó literalmente un penal al cobrarle una falta inexistente a Borja, quien cayó por el ritmo del salto lado a lado con un delantero español. El partido, muy equilibrado, no tuvo variaciones hasta los 20’ del segundo tiempo. Una escapada por la punta izquierda de Guerrero con un pase perfecto a Caminero devino en un tiro suave y rasante que Trucco no cubrió adecuadamente y 2 a 0. A los 22’ un gran remate de Platiní desde fuera del arco, tocando levemente en un defensor, entró exactamente en el ángulo izquierdo de Zubizarreta. Descuento y el hecho histórico, primer gol boliviano en un Mundial. A los 32’, otra vez Caminero sólo y sin marca recibió una pase de Bakero y la tocó para un tercer gol que sentenció la suerte de los verdes. El 3 a 1 final, injusto, sobre todo por el penal inventado, sacó a Bolivia del Mundial.
Copa Confederaciones

Bolivia participó en 1999 por única vez en la Copa Confederaciones, uno de los torneos más importantes del mundo destinado a los campeones de cada continente. La selección entró en el torneo como subcampeón de la Copa América, dado que el campeón, Brasil, accedió por ser campeón del mundo. El director técnico de la selección fue el argentino Héctor “Bambino” Veira. Bolivia estuvo integrada por: José Carlo Fernández en el arco; Renny Ribera, Óscar Sánchez, Ronald Arana e Iván Castillo en la defensa; Rubén Tufiño, Vladimir Soria, Gonzalo Galindo y Erwin Sánchez en el medio campo; Marco Antonio Etcheverry y Joaquín Botero adelante. Alternaron Martín Menacho, Lorgio Álvarez, Jaime Moreno, Juan Manuel Peña, Raúl Justiniano, Luis Héctor Cristaldo y Limberg Gutiérrez.
Los rivales fueron Egipto, Arabia y México. El cuadro nacional jugó su mejor partido frente a Egipto en un desarrollo futbolístico ofensivo eficiente. La progresión del marcador fue de ventaja para los Verdes, empate, nueva ventaja y nuevo empate. Dos goles de tiro libre, de Rivera y sobre todo de Gutiérrez reflejaron el ritmo del partido. El segundo partido, aparentemente el más sencillo, contra Arabia, se complicó aunque terminó en un empate a 0, con una evidente superioridad de los árabes. El encuentro decisivo se jugó contra el anfitrión. Bolivia mejoró con relación al anterior, pero le faltó efectividad. Cuando parecía que se perfilaba un tercer empate, los mexicanos anotaron de córner a poco de finalizar el partido. El resultado final fue el de una actuación futbolísticamente correcta, pero insuficiente para dar el salto a la siguiente fase.
Copa América
1989

El equipo nacional jugó en Goiana en Brasil. Su desempeño fue muy flojo, poco alentador aunque después en las Eliminatorias mostraría una tarea notable. Jugó 4 partidos con 2 puntos como cosecha. Debutó ante los uruguayos con un lamentable 3 a 0 en contra. Su segundo encuentro lo enfrentó a Ecuador, el 0 a 0 final fue un espejo de lo hecho por ambos. Con Chile fue una catástrofe. El 5 a 0 contundente mostró la calidad de jugadores como Astengo, Hurtaod y Ramírez. Cerramos nuestra participación con la Argentina de Maradona, el 0 a 0 final fue generoso para Bolivia. Fue la única vez en que se enfrentaron en un partido Etcheverry y el 10 argentino. Para el recuento vale mencionar a los futuros mundialistas: El Diablo, Ramiro Castillo, Melgar, Borja, Rimba y Álvaro Peña. Eliminados en primera ronda.
1991

La Copa de Chile se espero con ilusión, tras la buena actuación en la última Eliminatorias. Bolivia, bajo la dirección de Ramiro Blacutt, abrió con Uruguay con buen pie. Un 1 a 1 con gol de ventaja para la Verde. Empató Uruguay a los 73 minutos. Frente a Brasil el partido fue más claramente adverso. A los 47 perdíamos por 2 a 0. Un penal sobre el final del partido, anotado por Sánchez acortó el resultado: 2 a 1. Con Colombia volvíamos a ilusionarnos, partido igualado con opciones para los bolivianos, a pesar de ello el resultado final fue 0 a 0. El pase se jugaba en el último partido, allí Ecuador destruyó toda opción con un contundente e inapelable 4 a 0. La selección ocupó el último lugar de la serie.
1993

A pesar de la calidad de los jugadores del equipo nacional otra vez faltó el centavo para el peso en esa versión de la Copa América jugada en Ecuador. Una derrota y 2 empates nos dejaron fuera. Apenas 2 goles en contra, pero sólo 1 gol a favor. El partido con Argentina lo resolvió Batistuta, un tanque imparable que arrolló a la defensa boliviana para el único gol albiceleste del 1 a 0. Bolivia se desenvolvió con relativa claridad pero sin eficiencia ofensiva, la que tendría sobradamente en la Eliminatoria. Con Colombia todo parecía color caramelo, empezando por el soberbio gol de apertura de Etcheverry, una pequeña obra de arte, y un dominio incuestionable. Pero llegó un penal, el empate colombiano y la incapacidad de la Verde por volcar el marcador. El partido de cierre fue más bien mediocre. Ni México ni Bolivia respondieron el desafío, aunque la selección tuvo muchas más opciones no las transformó en gol y el 0 en ambos arcos nos sacó de la competencia.
1995

En la Copa disputada en Uruguay, tras los inolvidables 1993 y 1994, Bolivia hizo un buen papel. Desde que en 1975 se inició la modalidad de series y fases, no habíamos podido superar nunca el primer escalón. Lo logramos por primera vez en este torneo con la base del equipo mundialista. Nos tocó de nuevo debutar con Argentina y a pesar de un esforzado empate hasta el minuto 81 en que Balbo hizo la diferencia para un 2 a 1 definitivo, terminamos perdiendo. Contra Estados Unidos, Etcheverry nos dio el triunfo en Copa América después de 16 años. El partido con Chile fue notable a despecho del empate. Remontamos un 2 a 0 en contra con goles de Mercado y Ramos en los últimos quince minutos del encuentro, lo que nos dio la clasificación. Nos tocó en suerte el rival más difícil, el anfitrión y ulterior campeón de esa Copa, Uruguay. Bolivia jugó con un gol de vestuario en contra y un 2 a 0 adverso en el primer tiempo. El descuento de soberbio tiro libre de Erwin Sánchez, no alcanzó.
1997 ¡Subcampeones!

Bajo la presidencia de José Saavedra Banzer, Bolivia organizó de manera impecable la Copa América de 1997, después de 34 años. Bolivia jugó, como no podía ser de otra manera, en el estadio Hernando Siles de La Paz. Fue técnico de la selección el español Antonio López. El equipo estuvo integrado por: Carlos Leonel Trucco en el arco; Miguel Ángel Rimba, Juan Manuel Peña, Óscar Sánchez, Marco Sandy e Iván Castillo en la defensa; Luís Héctor Cristaldo, Julio César Baldivieso, Sergio Castillo, Mauro Blanco, Milton Melgar, Erwin Sánchez, Ramiro Castillo y Vladimir Soria en el medio, y Limberg Gutiérrez, Marco A. Etcheverry, Milton Coímbra y Jaime Moreno.
La andadura boliviana fue de menos a más, desde el estrecho 1 a 0 a Venezuela que pudo ser una estrepitosa goleada para los nuestros, hasta el inobjetable triunfo en la semifinal. En el partido ante Venezuela, se cansaron de merodear el área, rematar y acorralar a la vino tinto. El gol lo hizo a los 61 Coímbra. Con Perú, a pesar del 2 a 0 (Etcheverry y Baldivieso), se puede sólo decir que el equipo hizo un partido correcto pero con una cierta falta de estirpe en la saga del 93 y el 94.

En cambio, con Uruguay, la selección desplegó un gran fútbol de la mano de la dupla Baldivieso-Castillo y el talento de Etcheverry. El 1 a 0 anotado por Baldivieso volvió a mentir, aunque esta vez los rivales eran mucho más que Venezuela. Saralegui, Recoba y Lujambio bastan como ejemplo. El dominio nacional fue simplemente abrumador. Colombia fue otra cosa, un rival complicado a pesar del gol de apertura a los 3 de extraordinario tiro libre de Etcheverry, el 2 a 0 de un típico bombazo de «Platiní» Sánchez no dejó todo cerrado, Colombia descontó y se puso cerca del empate, pero Bolivia mostró solidez defensiva y recompuso líneas en el mediocampo. El partido terminó 2 a 1 y nos llevó a la semifinal.

México venía con todo, estaba como candidato al título. Comenzó ganando. El empate llegó mediante un «riflazo» de Erwin Sánchez y el 2 a 1 logrado por Castillo sobre el filo del primer tiempo, nos tranquilizaron, pero México no se rendía e impuso intensidad, hasta que un golazo de Moreno tras una escapada de lujo, nos dio tranquilidad y el espectacular paso a la final.
Brasil llegaba dispuesto a ganar, había hecho un torneo impecable con partidos memorables en Santa Cruz. El equipo campeón mundial vigente traía a Taffarel en el arco; Cafú, Goncalvez, Aldair y Roberto Carlos (nada menos) en la defensa; Dunga, Flavio Conceisao (luego Ze Roberto), Denilson y Leonardo (luego Mauro Silva) en el medio campo; Ronaldo y Edmundo (luego Paulo Nunes) en la punta de ataque; todos bajo la batuta del multicampeón Mario “Lobo” Zagallo”. Bolivia presentó a: Trucco, S. Castillo, Sandy, Peña, O. Sánchez, Cristaldo, Baldivieso, Soria, E. Sánchez, Etcheverry y Moreno (sustituido por Coímbra).

Fue un partidazo. Digamos para que quede en la memoria que Bolivia llegó con peligro de gol sobre el arco de Taffarel exactamente quince veces. En términos de fútbol Bolivia fue más, manejó mejor la pelota y se atrevió a los remates de media distancia de ese bombardero inigualable que era “Platiní”, a los toques milimétricos de Etcheverry, a los pases largos y colocados de Baldivieso y a remates increíbles como el tiro libre de Óscar Sánchez que se estrelló en el vértice del arco amarillo. A pesar de ello, Edmundo abrió el marcador a los 40, pero a los 46 otra vez «Platiní» Sánchez, el de los goles en los partidos más importantes, logró el empate con un tiro imposible para Taffarel. Por 33 minutos en el segundo tiempo las opciones de la Verde eran superiores, hasta que llegó el genio de Ronaldo y decidió el encuentro con un golazo. Remató el resultado, injusto en las cifras, Ze Roberto. Brasil campeón. Los nuestros perdieron el trofeo sólo por el peso específico de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Fue el cierre del ciclo de oro de Bolivia como selección.
1999

En Paraguay las cosas volvieron a la cadena de las frustraciones que serían norma en el futuro. Bolivia jugó contra el anfitrión y logró un esforzado y merecido empate a 0. Perdió con Perú por la mínima diferencia con gol agónico de los albirrojos. En el partido decisivo volvió a empatar, esta vez contra Japón. Abrir la cuenta «Platiní» Sánchez y empató de penal más que dudoso el equipo nipón, la Verde quedó fuera del torneo, con esa poco alentadora y frecuente secuencia de dos empates y una derrota, en este caso con 1 gol a favor y 2 en contra.
EL VETO A LA ALTURA

El triunfo de 1993 sobre Brasil en La Paz y haber eliminado a Uruguay para el Mundial 94 generó la controversia. El argumento del veto llegó con la decisión de jugar por primera vez en la historia las Eliminatorias sudamericanas a partir de Francia 98 en el sistema de todos contra todos, planteando ocho salidas de casa a los nueve seleccionados en competencia. Como hizo constar José Saavedra B. Presidente de la FBF (carta a la FIFA del 14.12.1995), nadie advirtió a Bolivia, que votó a favor de esta modalidad, que ese torneo iba casado con eventuales observaciones a La Paz como sede de los partidos eliminatorios. De ser así, es obvio que Bolivia habría votado en contra.
El problema fue planteado por primera vez en noviembre de 1995 cuando se mencionó un informe de la Comisión Médica de la FIFA que recomendaba no jugar partidos en ciudades ubicadas a más de 2.500 mts. de altura. Este criterio se conoció en el Simposio de Praga organizado por la FIFA en esa fecha. En diciembre de 1995 en la reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA en París en ocasión del sorteo de las eliminatorias, la Comisión Médica del organismo modificó de manera sorpresiva y sin justificación conocida, su criterio inicial de restringir partidos en la altura y esta vez dijo:
“No es deseable que se disputen partidos de fútbol en estadios situados en una altura superior a los 3.000 mts”.
Bolivia reaccionó inmediatamente y tanto el Presidente de la FBF como el Presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada, solicitaron al Presidente de la FIFA, Joao Havelange una reconsideración del tema. La posición contó con la solidaridad de las federaciones sudamericanas también afectadas por la decisión. El problema pasó de lo deportivo a lo político, social y cultural. Los bolivianos se dieron cuenta de que lo que estaba en juego era la imagen de su sede de gobierno y la realidad de una nación que vive mayoritariamente en un escenario geográfico de altitud y que se sintió cuestionada y discriminada por ese solo hecho.
Se formó una comisión presidida por Saavedra e integrada por Guido Meruvia, Secretario Nacional del Deporte, Guido Añez presidente de la Liga, el embajador de Bolivia en Francia Carlos Carrasco, los doctores Mario Paz Zamora, Enrique Vargas y Hilde Spielvogel , los periodistas Carlos D. Mesa Gisbert (responsable del estudio estadístico), Cucho Vargas y Toto Arévalo. Para ello preparó documentación con un trabajo que combinaba aspectos históricos, culturales, geográficos, deportivos, médicos y estadísticos. El texto fue redactado por Carlos D. Mesa Gisbert que en la parte científica recogió trabajos específicos de especialistas médicos: Mario Paz Zamora, Enrique Vargas y Hilde Spielvogel. La solidez de la argumentación boliviana, complementada por un informe del Ecuador, permitió que el 31de mayo de 1996, sin requerir la presentación de Bolivia ante su Comité Ejecutivo. La FIFA autorizó todos los partidos internacionales en la altura, sin restricciones de ninguna clase. Esa decisión dio por cerrado el tema que se volvió a abrir sin éxito en 2007, pues Bolivia volvió con los mismos argumentos y desbarató esa segunda conspiración.
LOS MEJORES






Fue también el tiempo de varios de los mejores jugadores de nuestra historia. De esa notable generación escogemos a 6: Marco Antonio Etcheverry, el mejor, el mágico, el de la galera en sus jugadas y la mística del fútbol de calidad. Erwin Sánchez, mediocampista con vigor, uno de los mejores rematadores de media distancia del mundo, enganche notable entre medio campo y ataque. Milton Melgar, el mediocampista cerebral imprescindible, el administrador de los tiempos y de la mirada clara del fútbol de creación. Julio César Baldivieso, el mejor mediocampista de todos los tiempos en construcción futbolística y pases de media y larga distancia de exactitud perfecta jugando en La Paz. Ramiro Castillo un generador inteligente de proyección medida y pensada, elegante y eficaz. Carlos Borja, modelo de comportamiento y capitán sereno, vigoroso y seguro, veloz cuando era necesario, indistintamente defensor lateral o mediocampista de marca.
El saldo de estos once años fue el de un roce internacional sin precedentes, de la disputa del mayor número de torneos en su historia, los cuatro más importantes, la Copa del Mundo, la Copa Confederaciones, la Copa América y las Eliminatorias. El prestigio de Bolivia se vio premiado con la major ubicación en el ranking FIFA de su historia al lograr el puesto 18 del mundo en julio y agosto de 1997.
En 1996, su mejor gol diferencia de +10 no lo hizo campeón sino la victoria en un partido extra en cancha neutral para definir al campeón de la temporada. .
Gracias por su observación, lo revisamos y corregimos en caso de ratificar su corrección