
Este trabajo ha sido escrito por el Expresidente Carlos D. Mesa Gisbert que fue uno de los destacados miembros de las dos Comisiones de Defensa de la Altura por parte del Estado Boliviano en 1996 y 2007 (primera etapa).
EL ORIGEN DEL VETO

Marco Antonio “El Diablo” Etcheverry recibe un pase desde atrás del defensor Gustavo Quinteros, toma la pelota al borde del círculo central. Encara hacia el arco y con varios toques y un par de fintas llega al área brasileña, lo espera Valber. Es el 25 de julio de 1993, segundo partido eliminatorio de Bolivia en el camino al Mundial de Estados Unidos. El encuentro se juega en La Paz, en su ya mítico estadio, el “Hernando Siles” a 3.577 metros sobre el nivel del mar. El “Diablo” hace un amague que obliga a Valber a retroceder y patea hacia el arco, la pelota pasa entre las piernas del defensor y muy mansamente choca en el botín de Taffarel que pretende bloquear el lanzamiento. El balón –lo imposible- rebota suavemente en el tobillo del arquero y entra al arco…¡Gooooooool boliviano! El reloj marca 43 minutos del segundo tiempo. Bolivia 1, Brasil 0. Dos minutos después, Álvaro Peña ratifica un triunfo incuestionable con un segundo gol lapidario. Bolivia le ha quitado el invicto de casi cuarenta años en Eliminatorias a Brasil… y se ha metido en camisa de once varas.
LOS ARGUMENTOS DEL VETO

Dos acontecimientos han sido fundamentales para poner en el tapete objeciones de algunas federaciones sudamericanas a jugar en ciudades de altitud. El primero está referido a Uruguay. En 1977 Bolivia eliminó a la selección uruguaya que no pudo asistir al Mundial de Argentina en 1978 (particularmente importante por la proximidad geográfica y cultural entre uruguayos y argentinos). Entonces, Bolivia le ganó a la celeste en La Paz (1-0) y empató en Montevideo (2-2). En 1989 los uruguayos dejaron fuera a Bolivia apenas por gol diferencia. Ambas selecciones habían empatado en puntos tras sus respectivas campañas. En 1993 Bolivia sacó a los uruguayos del mundial por segunda vez, privándolos de estar en Estados Unidos 94.
El segundo, ya relatado, tuvo repercusión mundial y se refiere al histórico triunfo de Bolivia sobre Brasil en La Paz.
Esta realidad reflejaba no el efecto de la altura a la que se adaptaron sin mayores problemas los visitantes desde hace décadas, sino el del crecimiento de la calidad del fútbol de Bolivia en los años noventa, que dejó de ser el rival fácil del pasado, tanto en la altura como en el llano. Esta evidencia fue recogida por el propio secretario general de la FIFA de entonces, Josep Blatter que en la edición de octubre de 1993 de FIFA NEWS decía:
«Los equipos otrora ignorados han cobrado una fuerza ante la que ha sucumbido la jerarquía tradicional del mundo futbolístico».
El éxito de Bolivia tuvo luego su ratificación en la calificación de Ecuador a tres copas mundiales, las de 2002, 2006 y 2014, jugando varios de sus partidos como local en la ciudad de Quito.
El argumento del veto llegó con la decisión de jugar por primera vez en la historia las eliminatorias sudamericanas a partir de Francia 98 en el sistema de todos contra todos, planteando ocho salidas de casa a los nueve seleccionados en competencia. Como hizo constar José Saavedra B. Presidente de la FBF (carta a la FIFA del 14.12.1995), nadie advirtió a Bolivia, que votó a favor de esta modalidad, que ese torneo iba casado con eventuales observaciones a La Paz como sede de los partidos eliminatorios. De ser así, es obvio que Bolivia habría votado en contra.
El problema fue planteado por primera vez en noviembre de 1995 cuando se mencionó un informe de la Comisión Médica de la FIFA que recomendaba no jugar partidos en ciudades ubicadas a más de 2.500 mts. de altura. Este criterio se conoció en el Simposio de Praga organizado por la FIFA en esa fecha.
El 11 de Diciembre de 1995 en la reunión del Comité Ejecutivo de la FIFA en París en ocasión del sorteo de las eliminatorias, la Comisión Médica del organismo modificó de manera sorpresiva y sin justificación conocida, su criterio inicial de restringir partidos en la altura y esta vez dijo:
“No es deseable que se disputen partidos de fútbol en estadios situados en una altura superior a los 3.000 mts”.
Hay que decir, sin embargo, que la conspiración no había nacido en la FIFA sino en el seno mismo de la CONMEBOL. Estaba claro que los presidentes de las federaciones de Brasil Walter Texeira, de Uruguay Eugenio Figueredo y de Argentina el todopoderoso Julio Grondona, se movieron para poner en la agenda de la FIFA una cuestión que, obviamente, sólo concernía a los países de América del Sur. La idea era diluir en lo posible la autoría del veto y hacer, en lo formal, como si cada una de las dos instituciones trasladaba la decisión final a la otra.
BOLIVIA REACCIONA UNIDA

Bolivia reaccionó inmediatamente y tanto el Presidente de la FBF como el Presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada, solicitaron al Presidente de la FIFA, Joao Havelange una reconsideración del tema. La posición contó con la solidaridad de las federaciones sudamericanas también afectadas por la decisión.
Ante esta medida injusta y atrabiliaria, Saavedra pidió inmediatamente a la FIFA el envío del informe médico para iniciar su defensa. La respuesta de la FIFA del 21 de Diciembre de 1995 fue:
“Sentimos informarle que son expedientes que pertenecen a nuestras comisiones. Por lo tanto, las asociaciones nacionales no pueden tener acceso a los mismos”.
Adicionalmente, hay que mencionar que el informe era tan poco consistente que en dos cartas remitidas con menos de un mes de diferencia, la FIFA mencionaba requerimientos de adaptación distintos. En la citada carta (21 de Diciembre de 1995), el secretario de la FIFA le escribió a José Saavedra que:
“El hecho de disputar partidos a mas de 3.000 mts. requiere por parte de los jugadores un periodo de adaptación física bastante largo (15 días como mínimo)”.
El 18 de Enero de 1996 el mismo secretario le escribe al Presidente de la FBF:
“.. .además de que la altura de la ciudad en la cual Uds. desean jugar precisa un determinado periodo de adaptación, es decir un mínimo de 10 días”.
El problema pasó de lo deportivo a lo político, social y cultural. Los bolivianos se dieron cuenta de que lo que estaba en juego era la imagen de su sede de gobierno y la realidad de una Nación que vive mayoritariamente en un escenario geográfico de altitud y que se sintió cuestionada y discriminada por ese solo hecho.
Esta es la razón por la que se produjo una rápida reacción en Bolivia entera, desde el Presidente hasta la FBF y los organismos deportivos nacionales. Inmediatamente se constituyo la Comisión de Defensa de la Altura, Presidida por Saavedra e integrada por Guido Meruvia, Secretario Nacional del Deporte, Guido Añez presidente de la Liga, el embajador de Bolivia en Francia Carlos Carrasco, los doctores Mario Paz Zamora, Enrique Vargas y Hilde Spielvogel , los periodistas Carlos D. Mesa Gisbert (responsable del estudio estadístico), Cucho Vargas y Toto Arévalo.

Este equipo hizo un trabajo muy intenso que logró una impresionante solidaridad internacional y convenció a la FIFA de poner en el tapete la reconsideración de su decisión inicial, en su reunión del Comité Ejecutivo del 31 de Mayo de 1996.
Para ello preparó dos documentos bajo el mismo título: Bolivia a la Altura del Desafío (Bolivia Up to the Altitude Challenge); el primero de divulgación al público y el segundo de contenido especializado para los expertos de la FIFA. Fue un trabajo que combinaba aspectos históricos, culturales, geográficos, deportivos, médicos y estadísticos. El texto fue redactado por Carlos D. Mesa Gisbert que en la parte científica recogió trabajos específicos de especialistas médicos: Mario Paz Zamora, Enrique Vargas y Hilde Spielvogel. Adicionalmente, Mesa Gisbert preparó una presentación audiovisual que iba a ser puesta a consideración del Comité Ejecutivo de la FIFA en Zurich.

La solidez de la argumentación boliviana, complementada por un informe del Ecuador, permitió que el 31de mayo de 1996, sin requerir la presentación de Bolivia ante su Comité Ejecutivo, el propio presidente de la FIFA Joao Havelange, hiciera conocer al mundo a través de una conferencia de prensa que autorizaba todos los partidos internacionales en la altura, sin restricciones de ninguna clase, con la única condición de un tiempo mínimo recomendado de aclimatación de cinco días para jugadores de selecciones nacionales que tuvieran que jugar en ciudades de altura. Esa decisión dio por cerrado el tema.


Fue un triunfo incuestionable de la causa boliviana que el país en su conjunto celebró. Desde entonces, a pesar de los amagos de volver a imponer el veto como se verá en este texto, la selección de Bolivia jugó todos sus partidos oficiales en La Paz, como lo venía haciendo desde 1950.
LA PAZ, CIUDAD DE LA FIFA

A pesar de ello, en 1999 el problema volvió a surgir, lo que impulsó al entonces presidente de la FBF Sergio Asbún a invitar a Josep Blatter, ya presidente de la FIFA, a visitar Bolivia para mostrarle sobre el terreno la realidad de la infraestructura deportiva y las condiciones de la altitud. Blatter estuvo en Cochabamba, donde puso la piedra fundamental para un Centro de Alto Rendimiento financiado por la FIFA en Vinto a 2.590 mts. sobre el nivel del mar. Visitó La Paz y el estadio Hernando Siles que lo impresionó mucho al punto de calificarlo como un “magnífico escenario”. En esa visita realizada el 10 y 11 de febrero de 2000, Blatter dijo textualmente:
“Cuestión de altura. La universalidad del fútbol no permite a la FIFA y menos a su presidente, hacer algunas interdicciones o algunos vetos a un pueblo que jugó fútbol en esta ciudad (La Paz) desde hace prácticamente cien años” (discurso en el Palacio de Gobierno, La Paz).

“El fútbol es para todos y todos deben ser para el fútbol. Un tema que preocupa mucho a Bolivia y a nosotros, tenemos diferentes condiciones extremas, el calor, el frío, la lluvia, la altitud…pero nunca la FIFA dijo que no podemos jugar fútbol en condiciones extremas. Podemos jugar el fútbol en esas condiciones, podemos jugar el fútbol en La Paz. Es falso que ese tema exista”. (palabras en la sede de la FBF, Cochabamba).
“Señoras y señores, para marcar que definitivamente la ciudad de La Paz capital de Bolivia está como una ciudad internacional de la FIFA, quiero entregar al alcalde el banderín oficial que da a esta ciudad la oficialidad de ciudad de la FIFA”. (discurso en Alcaldía de La Paz).
…PERO EL VETO SIGUIÓ
A pesar de estos contundentes antecedentes, El 27 de mayo de 2007 en el 57° Congreso de la FIFA en Zurich, por segunda vez y prescindiendo de las decisiones tomadas de manera definitiva por la entidad en 1996 (resolución de la FIFA presentada por su presidente Joao Havelange el 31 de mayo de 1996, que levantaba todo veto a ciudades situadas a más de 2.500 metros de altura sobre el nivel del mar), basado en un informe presentado el 20 de mayo de 2007 por los doctores M D’Hooghe y J. Dvorak presidente y médico en jefe de la Comisión de Medicina Deportiva de la FIFA, esta entidad hizo conocer su veto a la práctica del fútbol en todas las ciudades ubicadas encima de los 2.500 mts. sobre el nivel del mar.
LAS «RAZONES MÉDICAS»

La argumentación médica era exactamente la misma que fue presentada en 1996 y 2000. La base de las observaciones era el número de días requeridos para la aclimatación a las condiciones de altitud. El informe citado planteaba las siguientes condicionantes para justificar su veto:
- En el caso de lugares a más de 3.300 mts., ascender sólo 350 a 500 mts. por día, o pasar 5 días a 2.000 mts., o como alternativa viajar directamente pero con un descanso obligatorio y absoluto de dos días antes del partido.
- Lo óptimo es entrenar entre 2.300 y 3.300 mts. durante siete o quince días antes del partido. Para jugara a más de 3.300 mts. se requiere una aclimatación de dos semanas.
- Como conclusión, la comisión propone aprobar únicamente sedes a alturas inferiores a los 2.500 mts. sobre el nivel del mar.
Ante el reclamo de varias federaciones de América Latina, la única región del mundo afectada por la medida, la FIFA determinó que fuese la CONMEBOL la que defina una posición sobre la base de informes médicos y técnicos y lleve su conclusión a la reunión de octubre de 2007 de la organización mundial del fútbol.
LA TERCERA FUE LA VENCIDA. FIN DEL VETO
Este juego lamentable, para decirlo elegantemente, volvió a colocar a La Paz en la picota. El gobierno del Presidente Evo Morales continuó la línea de sus antecesores y abrió una ofensiva personal para defender el derecho boliviano a jugar donde vive una gran parte de su población.

El país asumió de nuevo la defensa colectiva del derecho a jugar en La Paz. La FBF presidida por Carlos Chávez, organizó una nueva Comisión de Defensa de la Altura que volvió a presentar los documentos necesarios para rebatir la ofensiva. La base de ese dossier, fue el que se había presentado en 1996 con las debidas actualizaciones. Esta vez, Bolivia contó con un factor adicional que tenía que ver con las características del Primer Mandatario. Al equipo médico se sumó Ivo Eterovic, quien llevó adelante un importante trabajo para demostrar que una adaptación de largo plazo podía ser perfectamente sustituida por el mecanismo de llegada inmediata a una ciudad de altura, aprovechando la «ventana de oportunidad» de las primeras seis horas de estadía en las que el organismo todavía no se ve afectado por las condiciones adversas de la altura en organismos no aclimatados.
Evo Morales, indígena andino, nacido en el departamento de Oruro (3.800 mts.), primer Presidente originario del país, era en sí mismo una carta demasiado fuerte y simbólicamente incuestionable como para que la FIFA se estrellara contra él que simbolizaba un país que incorporaba definitivamente a los indígenas andinos de Bolivia a la plenitud de la vida política.

La FIFA se rindió a la evidencia y declaró que el tema de la altura se sacaba de agenda y que La Paz quedaba plena y definitivamente aprobada como ciudad de Eliminatorias.
Da la impresión de que es una palabra final, pero con los millonarios intereses en juego, nadie puede dar por seguro que vaya a ser así. Esta historia podría continuar…
LA ALTURA BOLIVIANA ¿UNA EXCEPCIÓN?
La presencia dominante de la Cordillera de los Andes en América del Sur y las sierras madres Oriental y Occidental en México y Centro América, han definido y marcado fuertemente los asentamientos humanos de partes importantes de América Latina. Ese monumental condicionamiento geográfico hace que más de noventa millones de seres humanos vivan en altitudes de entre 2.000 y 4.000 metros sobre el nivel de mar. El caso de Bolivia, en consecuencia, está lejos de ser una excepción en el contexto de América Latina.

Siete países del continente: BOLIVIA, COLOMBIA, CHILE, ECUADOR, GUATEMALA, MÉXICO Y PERÚ han desarrollado importantes regiones densamente pobladas en la altitud. Baste decir que más del 65% de los bolivianos, el 40% de los ecuatorianos, casi el 35% de los mexicanos y peruanos viven por encima de los 2.000 metros.
37 ciudades de más de 100.000 habitantes están asentadas por encima de los 2.500 metros de altura, de ellas 11 a más de 3.000 metros. 31 ciudades en América, 5 en Asia y 1 en África. 10 ciudades en Colombia, 7 en Perú, 6 en Bolivia, 4 en China, 4 en Ecuador, 3 en México, 1 en Chile, 1 en Afganistán y 1 en Etiopía. Todas estas ciudades tienen más de 1,5 millones de habitantes: Bogotá (2.640 mts.), Adís Abeba (2.500 mts.), el complejo La Paz-El Alto (3.150-4.100 mts.), Quito (2.850 mts.) y Cochabamba (2.570 mts.).
En el deporte las principales competencias del mundo se han disputado en la altura sin ningún problema: los Juegos Olímpicos en 1968, los campeonatos del Mundo en 1970 y 1986, los Juegos Panamericanos en1955 y 1975, los Juegos Deportivos Suramericanos en 1978 y 1998 y los Juegos Deportivos Bolivarianos en 1938, 1965, 1977, 1985 y 1993, 1997 y 2001, para mencionar los más importantes.
DOS GRANDES CIVILIZACIONES NACIDAS EN LA ALTURA

Pero no es sólo la realidad contemporánea la que muestra un continente en el que la altitud es una de sus características mas destacadas. La historia es un espejo aleccionador. Las dos mayores civilizaciones de todo el continente americano florecieron por encima de los 2.000 metros de altitud. Los aztecas, cuya orgullosa capital era Tenochtitlan (hoy México DF), desarrollaron su imperio en el valle de México entre los 2.000 y 3.000 mts. sobre el nivel del mar. En el sur, los Incas construyeron su capital, Cuzco (“el ombligo del mundo” en español), sobre los 3.300 mts. El imperio incaico se extendió por un área cuya altura promedio era de 3.000 mts. Atahuallpa el último emperador inca, nació en la región de Quito e Ibarra, a alturas superiores a los 2.500 mts.

Hay, en consecuencia, una fuerte presencia histórica del hombre americano en la altitud. Allí construyó sus ciudades y su cultura, allí se ha desarrollado y vivido desde tiempos inmemoriales.
BOLIVIA Y SU REALIDAD HISTÓRICO-GEOGRÁFICA VINCULADA A LA ALTURA

Los primeros pobladores de Bolivia llegaron desde la costa del Pacifico y se instalaron hace casi 10.000 años en Viscachani (70 km. al SE de La Paz) a 3.800 mts. de altitud. Desde entonces, la historia boliviana está signada por los Andes. Tiwanaku, el mayor imperio andino pre-incaico, se ubicó cerca del Lago Titicaca a 3.800 mts. La presencia Inca en Bolivia tuvo su eje en el llamado Lago Sagrado. La conquista y colonización española no varió el eje andino. Potosí, que fue una de las cinco ciudades mas grandes del mundo en el siglo XVII, se asienta a casi 4.000 mts. Sucre capital de la Audiencia de Charcas primero y de Bolivia luego, edificada a 2.790 mts., fue el semillero de las ideas libertarias de América nacidas en la Universidad de San Francisco Xavier. De las nueve capitales de Departamento del país, cinco se ubican por encima de los 2.500 metros y tres de ellas por encima de los 3.000.
El 60% de la población boliviana vive por encima de los 2.500 metros.
Esto, sin embargo, no ha impedido un proceso integrador con el oriente del país ubicado en el llano entre los 200 y 600 mts. de altitud. El crecimiento de Santa Cruz de la Sierra, por ejemplo, ha demostrado que el intercambio y el flujo constante de población, sea de asentamiento permanente o de paso, es de una gran dinámica y absolutamente normal en todos los ámbitos, incluyendo el deportivo.
LA PAZ, CIUDAD ABIERTA

La Paz es una de las ciudades con mayor personalidad de entre las capitales latinoamericanas. La fuerte influencia del medio geográfico y la imponente presencia del monte Illimani (6.428 mts.), además de la importancia de la cultura aymara, la hacen una urbe única. Antes de su fundación en 1548 por el capitán español Alonso de Mendoza, existía ya como asentamiento indígena con el nombre de Chuquiago (el lugar del oro).
Precisamente su ubicación en el centro de un hermoso valle, determina que la ciudad se haya desplegado entre una altura mínima de 3.032 mts. y una máxima de 4.079 (El Alto). El centro de la ciudad se alza a 3.650 mts. su área metropolitana, es una de las dos principales de Bolivia, la primera en lo político y una de las mayores de la región andina. Es sede del gobierno de Bolivia desde 1899. En La Paz residen el Presidente y el Vicepresidente de la República, todos los ministerios, la Asamblea Legislativa, el Tribunal Supremo Electoral y todas las representaciones diplomáticas y de organismos internacionales acreditados en Bolivia, además de una veintena de universidades estatales y privadas.
Un veto a ciudades ubicadas a más de 2.500 mts. de altura hubiese afectado al 80% de los estadios internacionales que tiene el país y a las ciudades de La Paz, Cochabamba, Sucre, Oruro y Potosí, todas ellas con equipos que han participado varias veces en competencias internacionales como las copas mencionadas.
LA HISTORIA DEL FÚTBOL BOLIVIANO ESTÁ LIGADA A LA ALTITUD

En 2016 el fútbol boliviano conmemoró sus primeros 120 años de vida, al recordar la fecha de fundación de su primer equipo de club. En mayo de 1896 se creo en Oruro (3.740 m.) el club Oruro Royal, hoy vigente en divisiones inferiores. El fútbol llegó por la vía del ferrocarril administrado entonces por los ingleses, padres de este deporte, desde las costas del Pacifico hasta las alturas andinas de Bolivia. En pocos años se convirtió en el deporte preferido de los bolivianos.
En 1914 se creo la primera Asociación local, la de La Paz y ese año comenzó el primer campeonato amateur. El fútbol nacional, nacido en las montañas, tuvo una hegemonía andina hasta el comienzo de los años setenta del siglo XX con la irrupción exitosa del fútbol cruceño. Entre las amables anécdotas del pasado esta la creación en 1922 de un equipo que representaba a Potosí, los Highland Players (jugadores de la altura).
Hasta el nacimiento del profesionalismo los centros mineros (eje de la economía de Bolivia hasta hace pocos años), tuvieron gran influencia en el fútbol y alguna de sus asociaciones ganó mas de un campeonato nacional. Casi todos los centros mineros de Bolivia están situados a más de 3.000 mts. de altura.
Hoy mismo, la División Profesional tiene a los principales equipos profesionales del país disputando el torneo profesional más importante. El campeonato se juega en cinco ciudades por encima de los 2.500 m. y tres por encima de los 3.500 mts. La mayoría de los clubes tienen sus sedes en ciudades a más de 2.500 mts. Este contexto refleja la importancia que tiene la practica del fútbol en la altura, lo que se traduce en centenares de equipos afiliados a las diferentes asociaciones nacionales, regionales y locales que juegan el deporte en la altura.

Las diferencias entre ciudades del llano y de altitud no han sido nunca motivo de división o reclamo. Con excepcional sentido deportivo, los equipos del llano juegan indistintamente en uno y otro medio y no han aducido problemas de aclimatación como una desventaja para ellos. Lo propio ha ocurrido con los equipos de altitud que no han reclamado por los eventuales problemas orgánicos que hayan podido sufrir sus jugadores al bajar a la llanura. En la mayor parte de los casos (mas del 90% de las veces), los equipos de Santa Cruz llegan a las ciudades de altura en el mismo día del partido y lo juegan sin dificultades.
En justa proporción al número y calidad de equipos del llano que tienen representación en el campeonato de la División Profesional, los equipos cruceños han obtenido varios campeonatos y subcampeonatos nacionales.
EL FÚTBOL INTERNACIONAL EN BOLIVIA

Podría creerse erróneamente que Bolivia ha vivido aislada de las competencias y partidos internacionales hasta hace muy pocos años. La verdad es que desde muy temprano recibimos visitas de equipos y selecciones extranjeras que hasta bien avanzados los años sesenta jugaron casi exclusivamente en ciudades en la altura.
Bolivia fundó su Federación Nacional en 1925, se afilió a la CONMEBOL y a la FIFA en 1926 y jugó ese mismo año su primer partido internacional a nivel de selecciones en Santiago de Chile. El primer partido internacional interclubes se disputó en La Paz en Junio de 1927.
Desde la llegada del primer equipo visitante hace casi 90 años, se han, disputado centenares de encuentros internacionales. Entre 1927 y 1960 se jugaron 248 partidos amistosos y desde 1960, año de la instauración de la Copa Libertadores de América, centenares de partidos oficiales en torneos como la propia Libertadores, la Copa Sudamericana y la Copa Merconorte. De ellos, más del 80% se han jugado en ciudades de altitud. No sólo en La Paz y Oruro, sino también en Potosí (casi 4.000 mts.), Cochabamba y Sucre.
Antes de 1960 nos visitaron grandes del fútbol continental como River, Boca, Independiente o Racing de la Argentina, Botafogo y Fluminense del Brasil, Olimpia y Cerro Porteño de Paraguay, Colo Colo y Universidad de Chile, Universitario y Alianza Lima de Perú, para mencionar solo unos cuantos.
Desde 1950 hasta 2022, la selección nacional de Bolivia ha jugado más de 150 partidos oficiales en La Paz, Cochabamba, Oruro y Sucre frente a otros seleccionados de América y Europa con los mas diversos resultados.


El estadio Hernando Siles que fue inaugurado en 1930 (está ubicado a 3.577 mts.), remodelado y totalmente modernizado en 1977, es sin duda el campo de juego emblemático de Bolivia. Allí se han jugado la Copa América, las Eliminatorias de la Copa del Mundo, la Copa Libertadores de América, la Copa Merconorte, la Copa Sudamericana, el Campeonato Juventud de América, el Campeonato Pre Olímpico, los Juegos Deportivos Bolivarianos y los Juegos ODESUR (hoy Juegos Deportivos Suramericanos).
Hasta 2022 Bolivia ha disputado 16 rondas Eliminatorias para la Copa del Mundo en La Paz y solo se ha clasificado en una oportunidad, lo que refleja que el logro no es atribuible a la ciudad, que esta allí desde hace más de 450 años o al estadio, que se construyo hace casi un siglo, sino a la mejora de la calidad de nuestro fútbol que en su momento llegó a un nivel de alta competitividad.
LA FIFA Y LA UNIVERSALIDAD DEL FÚTBOL

Esta absolutamente claro que uno de los objetivos fundamentales de la FIFA es la promoción universal del fútbol. En los hechos, la FIFA ha logrado que este deporte sea con mucha diferencia el más importante del planeta, el que se practica en más países y el que juegan más seres humanos en comparación con cualquier otro.
Este esfuerzo se confirma al comprobar que la FIFA tiene en su seno 207 países miembros, (más que las que los miembros de la ONU) y colonias o protectorados que participan, a través de la institución, de este juego maravilloso.
En ninguno de los requerimientos de afiliación se hace mención a restricciones de tipo geográfico o ambiental, lo que ha permitido que prácticamente la totalidad de las naciones del mundo estén afiliadas y que todas tengan las mismas posibilidades de participar en competencias internacionales organizadas por la FIFA sin otra limitación que el cumplimiento estricto de los estatutos.
Es este criterio además de la explícita mención de los estatutos de la FIFA, el que ratifica el deseo amplio y totalizador de la organización para difundir el fútbol en el mundo:
“Los objetivos de la Federación son: Promover el deporte de “fútbol asociado” en todas las formas que le parezcan oportunas. Desarrollar relaciones amistosas entre asociaciones nacionales, confederaciones y oficiales y jugadores, fomentando la organización de partidos de fútbol a todos los niveles y apoyando el deporte de “fútbol asociado” por todos los medios que le parezcan útiles” (Art. 2, incisos 1,2 y 3 de los estatutos de la FIFA).
“No se admitirá discriminación alguna frente a un país o un individuo por motivos de raza, religión o política”. (Art. 2, inciso 3.1 de los Estatutos de la FIFA).
Bolivia sostuvo que una restricción a la práctica del fútbol internacional, en ciudades asentadas a mas de 2.500 mts. de altura, con argumentos médicos y técnicos rebatidos por la historia, la practica y la propia medicina, era una forma grave de discriminación que afectaba en concreto a un país y sus principales ciudades, una de ellas sede del gobierno y la otra capital de la República. Era además un peligroso cercenamiento del derecho soberano de una asociación nacional de decidir sobre el lugar que prefiera como sede de cualquier competencia dentro de su territorio.
UNA EXPLICACIÓN MÉDICA

“El análisis de la ecuación hombre-medio ambiente se ha hecho hasta hoy en función de uno solo de los elementos ambientales, sin duda el más importante -la presión barométrica- pero con abstracción completa de los otros factores geográficos, climáticos, culturales, sociales, cuya suma puede alterar significativamente el análisis del tema.
“Es claro que la entidad biológica bajo observación es un producto de la ecuación «equipo genésico-medio ambiente», pero hasta ahora se infiere, a priori, que el medio ambiente normal es el nivel del mar. Es sugerente que se hable de la «agresión ambiental» cuando el hombre asciende a las alturas, pero no se usa el mismo vocablo cuando se desciende al nivel del mar”.
Esta reflexión del Dr. Tulio Velázquez de la Universidad de San Marcos de Lima, realizada ya hace muchos años continua vigente hoy cuando se trata de encarar la problemática medica referida al tema de la altura.
La práctica del deporte en la altitud es tan antigua como los asentamientos humanos que decidieron instalarse en lugares por encima de los 2.000 metros. Desde los aztecas que practicaron su peculiar juego de pelota desde el año 1100 D.C., hasta los atletas que compitieron en los VIII Juegos Deportivos Bolivarianos en La Paz en 1977 en Cochabamba en 1993, en Sucre en 2003 y en varias ciudades de altura del área andina en otras ediciones, la práctica del deporte en esas regiones es común. El intercambio internacional de pruebas deportivas en ciudades entre los 2.500 y 3.600 mts. de altura a lo largo de todo el siglo XX y XXI, ha sido y es frecuente e intensa.

La diferencia entre un lugar ubicado en la costa y otro ubicado en la altura no es una menor cantidad de oxígeno. Las características del aire en el nivel del mar y a 3.600 mts. son idénticas, es decir aproximadamente 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de otros gases. Donde se produce el cambio es en la presión barométrica. A mayor altitud menor presión barométrica, lo que indica que la concentración molecular de aire es menor en la altura. La consecuencia es una menor presión inspiratoria alveolar y arterial de oxígeno. Si en la costa la presión barométrica es de 760 mmhg de los que 150 mmhg corresponden al oxígeno, en La Paz, por ejemplo, la presión barométrica es de 490mmhg de los que 93mmhg corresponden al oxígeno.
La explicación es que la atmósfera esta comprimida en toda su extensión bajo la acción de su propio peso. Su presión y su densidad son más elevadas al contacto con la tierra y disminuyen progresivamente en función de la altitud. Las diferencias de temperatura y la turbulencia evitan la sedimentación de las moléculas gaseosas de peso diferente en capas separadas, eso permite que la composición química de la atmósfera sea prácticamente uniforme hasta una altitud de mas de 20.000 metros.
En la altura el organismo desencadena los correspondientes mecanismos de ajuste, con un transporte adecuado de oxígeno hasta los tejidos y las células musculares en particular, mediante una función combinada de los sistemas respiratorios, cardiovascular y sanguíneo y una suficiente gradiente de presiones.
CONDICIONES EXTREMAS EN LA PRÁCTICA DEL FÚTBOL

En marzo de 1996 –a título de ejemplo- se tuvo que suspender un partido oficial del campeonato argentino de fútbol por las condiciones de extremo calor. La decisión fue tomada por el árbitro, no sólo por el efecto sobre los jugadores, sino sobre él mismo que se sintió desfallecer. Los jugadores pudieron restablecerse y tomar agua para contrarrestar la deshidratación y continuaron jugando. La circunstancia fue tan grave, que la propia Asociación del Fútbol Argentino, aceptó retrasar el horario de los partidos del campeonato oficial de ese país. Esta situación es muy frecuente en partidos que se juegan en naciones como Qatar o Emiratos Árabes Unidos y allí es usual suspender los partidos para que los jugadores puedan rehidratarse con líquidos. El propio presidente de la FIFA ha reconocido las dificultades que generará Qatar como sede de una Copa del Mundo, por las extremas condiciones de calor en verano en ese país. es ya norma aceptada por la FIFA, interrumpir un par de veces encuentros en condiciones de calor extremo para la hidratación de jugadores y árbitros
Jamás se ha tenido que suspender un partido ni local ni internacional en la ciudad de La Paz por razones vinculadas a los supuestos efectos de la altura sobre los deportistas.

En los tiempos que corren no puede menos que hacerse una seria observación a las condiciones de extrema polución que se padece en algunas de las grandes capitales latinoamericanas. Ciudades como Santiago o Sao Paulo, para mencionar algunas, afrontan niveles de polución superiores a los máximos tolerados por la OPS/OMS como razonables para el ser humano. Los problemas respiratorios y las enfermedades conexas con ellos son de consideración, no ya para los deportistas, sino para quienes allí habitan. Estos elementos disminuyen sin duda la plena capacidad orgánica de los atletas que compiten en esos medios.
Las pruebas anaeróbicas (ausencia de oxígeno en el metabolismo energético), como carreras de velocidad, saltos o lanzamientos, no presentan merma de ninguna naturaleza en el rendimiento de los deportistas. Los 71 records bolivarianos y suramericanos superados en 1977 y 1978 en La Paz así lo demostraron.
En suma, la importancia del rol de cada uno de los procesos señalados interrelacionados, depende de la intensidad y de la duración del ejercicio.
EL FÚTBOL Y SU PRÁCTICA EN LA ALTITUD

El fútbol es un deporte mixto en el que se alternan el estado aeróbico y anaeróbico, pero es preponderantemente anaeróbico, lo que lo hace poco dependiente del oxígeno en su metabolismo energético. El funcionamiento de uno de estos procesos está siempre asociado a la actividad de los otros y la importancia de cada uno de ellos, dependerá de la intensidad y la duración
Se puede apreciar que el consumo máximo de oxígeno en el fútbol está por debajo de los deportes preponderantemente aeróbicos, ya que es un deporte mixto, preponderantemente anaeróbico. Es por eso un deporte de reducida exigencia fisiológica de aclimatación para la altura de La Paz.
Empecemos por decir que si bien nominalmente se juegan 90 minutos, en la práctica el promedio de tiempo neto de juego real (descontando todas las interrupciones por salida del balón, faltas, lesiones y otros) no supera en ningún caso los 65 minutos. Al ser un juego de conjunto, los deportistas no están permanentemente en movimiento dinámico y aún cuando lo están, es sobre todo el balón el que marca el verdadero ritmo e intensidad de un partido. La pelota es la que debe ser trasladada con velocidad e inteligencia, mucho más rápido que los propios jugadores. Los momentos de carrera franca (estado aeróbico), son por tanto limitados y las etapas de recuperación son compartidas entre los 11-14 jugadores del equipo a lo largo del partido.
Debemos recordar adicionalmente que el fútbol tiene como base esencial un óptimo nivel de entrenamiento físico. Son la habilidad (destreza) individual y la disciplina de conjunto, los ingredientes que permiten un buen rendimiento en la altura. Como lo prueba la historia esa combinación ha podido más que cualquier condicionante ambiental y ha hecho que los mejores equipos tengan éxito en cualquier medio.
ESTADÍSTICAS QUE AVALAN LA PRÁCTICA DEL FÚTBOL INTERNACIONAL EN LA PAZ

La selección nacional de Bolivia juega partidos internacionales a nivel de selecciones absolutas desde 1950. Entre 1950 y 2021 ha disputado 118 partidos en La Paz, de los que ha ganado 64, ha empatado 29 y ha perdido 25. Es decir ha ganado el 54%, ha empatado el 25% y ha perdido el 21%, una estadística evidentemente favorable a Bolivia, pero en ningún caso de insensibilidad ni nada que se le parezca. Lo más importante, sin embargo, es que sólo en 16 de esos partidos (14%) los equipos visitantes llegaron con 5 días o más de antelación al partido. La mayor parte de las selecciones visitantes han optado por llegar o el día mismo del encuentro, o un día antes. No hay ningún dato estadístico relevante que tenga que ver con el resultado final de los encuentros que permita suponer que a mayor aclimatación mejor performance. En términos generales, los resultados son mejores para los visitantes en relación directa a su propia calidad o a la menor calidad del equipo boliviano.
A nadie se le escapa, hay que repetirlo, que la altitud es una ventaja para Bolivia, lícita y equivalente a las ventajas de equipos que escogen sedes con altas temperaturas y alta humedad.
Vale citar, finalmente, que los jugadores acostumbrados a jugar en la altura sufren en el llano de una bajada de su presión arterial, hinchazón de pies por retención de líquidos y sensación de somnolencia.
UNA CONCLUSIÓN DEFINITIVA

Los estudios médicos del Instituto Boliviano de Biología de la Altura, presentados por la FBF a la FIFA oportunamente, rebaten la arbitraria diferenciación de “límites” como 2.500 o 3.000 mts. de altitud para impedir el juego de partidos internacionales. La experiencia histórica es demoledora para demostrar la absoluta falacia de quienes pretenden que se requieren diez días de aclimatación para jugar adecuadamente en La Paz. El argumento es también rebatible si se pretende con ligereza reducir esa cifra a ocho, siete o seis días, como lo prueban las cifras de 57 años de experiencia en La Paz tanto en torneos puntuables de selecciones como en la Copa Libertadores de América, Copa Merconorte y Copa Sudamericana.

En los tres casos, como ya se dijo, en el 90% de las veces los visitantes llegaron en el periodo de cero a tres días antes de los partidos y jugaron obteniendo resultados equivalentes a los logrados por visitantes en ciudades del llano.
Los trabajos del equipo presidido por Ivo Eterovic en 2010, que hizo pruebas con dos equipos de fútbol profesional, uno de altura y otro del llano en La Paz (3.577 metros) y en Trinidad (158 metros), demostraron que los efectos asociados a la práctica del fútbol en altitud en el periodo inicial de llegada del equipo del llano a la altura (primeras seis horas), registran niveles de rendimiento físico adecuados y mucho menos dramáticos sobre el organismo de los jugadores que aquellos que se producen en los dos o tres primeros días de aclimatación. De donde se deduce que para equipos profesionales de alta competencia y selecciones nacionales, la llegada al estadio de altura inmediatamente antes de jugar el encuentro es mucho más conveniente y afecta mucho menos a los jugadores que breves periodos de adaptación de entre uno y tres días.

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Muy esclarecedor, gran texto!
Un gran articulo bien, argumentado Todos tenemos derecho a jugar futbol en nuestra tierra
Por cierto Quito cuenta con incluso mas habitantes que los mencionados en el texto (2.3 millones)
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