Por Carlos D. Mesa Gisbert
No entendemos algo básico. Las ideas se crean en función de la circunstancia. Bolivia no tiene la ductilidad táctica ni estratégica para hacer la diferencia entre uno y otro rival. Costa Rica no es Argentina. Frente a Bolivia fue más que Argentina. ¿Cuál la diferencia? Un partido de marca escalonada, de presión y de pocos metros de espacio (Argentina), frente a un encuentro abierto, de espacios, de fútbol de ida y vuelta, en el que lo que se requería no era la contención al milímetro y la proyección por la vía de los pases largos o las salidas por las alas. El desafío era otro, construir a partir de un medio campo de creación. Bolivia no tuvo el enlace en la salida, salvo por una razón, la de una pareja que fue la única que no permitió la ilusión hasta la mitad del segundo tiempo; Campos y Arce alimentados por Gutiérrez. Pero no fue suficiente, porque la defensa tica controló razonablemente bien al máximo ariete, Martins, y bloqueó en el área la ofensiva verde. Costa Rica, por el contrario, midió los tiempos y al rival. Apostó, con eficiencia, al contragolpe pero poco a poco fue llenando ese amplio medio campo que Bolivia había dejado vacío. A la vuelta de unos minutos los rojos se dieron cuenta de que Bolivia no era lo esperado y que podían arrancar hacia el arco verde. Campbell y Guevara se encargaron de demostrarlo. No sólo por dos palos en el arco boliviano ante pelota parada, sino porque fueron capaces de trabajar el ataque con rapidez y simpleza. Eso, Bolivia, rapidez y simpleza.
Bolivia sabía cómo defenderse contra Argentina, no supo como atacar ante Costa Rica y rápidamente perdió la marca, la perdió por desorden y por falta de velocidad.
Arias hizo dos atajadas antológicas en el penal que hubiesen sido de historia, si no es este triste resultado que confirma algo que en el partido anterior se había borrado, que Bolivia es más la de los partidos preparatorios que la del encuentro heroico contra la albiceleste.
Faltó espíritu, sí, falto, el 93 se diluyó en la sombra de un equipo sin ideas y con las limitaciones de siempre. ¿Jugamos mejor defendiendo? Sería errado suponer que sí. ¿Nos equivocamos todos en nuestra percepción del anterior encuentro? No, Bolivia jugó entonces un gran partido. Fue –qué novedad- el caso de lo que conocemos como “sunchu luminaria”
SELECCIÓN BOLIVIANA DE FÚTBOL | ||
FICHA TECNICA | ||
BOLIVIA 0 COSTA RICA 2 | ||
Nº DE PARTIDO | ||
390 | ||
FECHA | ||
7/7/11 | ||
CAMPEONATO | ||
COPA AMÉRICA | ||
CIUDAD | ||
SAN SALVADOR DE JUJUY | ||
ESTADIO | ||
23 DE AGOSTO | ||
ESPECTADORES | ||
BOLIVIA | COSTA RICA | |
CARLOS ARIAS | LEONEL MOREIRA | |
LORGIO ÁLVAREZ | JOHNNY ACOSTA | |
RONALD RALDES | ÓSCAR DUARTE | |
RONALD RIVERO | FRANCISCO CALVO | |
LUIS GUTIÉRREZ | JOSÉ SALVATIERRA | |
EDIVALDO ROJAS 2 | PEDRO LEAL | |
JAIME ROBLES 1 | DAVID GUZMÁN | |
WALTER FLORES | HEINER MORA 3 | |
JHASMANY CAMPOS 3 | DIEGO MADRIGAL 1 | |
JUAN CARLOS ARCE | JOEL CAMPBELL | |
MARCELO M. MARTINS | JOSUÉ MARTÍNEZ 2 | |
ALTERNARON | ALTERNARON | |
JOSÉ LUIS CHÁVEZ 1 | ALLEN GUEVARA 1 | |
ALCIDES PEÑA 2 | CÉSAR ELIZONDO 2 | |
RONALD GARCÍA 3 | JOSÉ CUBERO3 | |
EXPULSADOS | EXPULSADOS | |
RONALD RIVERO 25 ST | ||
WALTER FLORES 30 ST | ||
GOLES | GOLES | |
JOSUÉ MARTÍNEZ 14 ST | ||
JOEL CAMPBELL 33 ST | ||
DIRECTOR TÉCNICO | DIRECTOR TÉCNICO | |
GUSTAVO QUINTEROS (BOL) | RICARDO LA VOLPE (ARG) | |
ÁRBITRO | ||
CARLOS VERA |
Valoro mucho el comentario sobre Arias, pues no escuche por esos días a ningún periodista deportivo nacional ni mencionar cuán rescatable fue su actuación.
Previo a este partido, ante el gran optimismo generado por el empate con Argentina entre todos los hinchas, insistía en un concepto: No es lo mismo jugar a defenderse y esperar, que salir a proponer y querer ser protagonista.
Me pregunto, cómo nos hubiera ido si jugábamos con un planteamiento parecido al que usamos contra la Argentina contra todos nuestros rivales?
Hay que admitir que esta fue la Copa América de los contragolpes. Una pelota parada, un error defensivo, una astucia del delantero, aparentemente esas fueron las únicas estrategias que funcionaron.
Sin embargo, podré ser catalogado como iluso y poco realista, pero yo prefiero perder arriesgando como lo hizo Gustavo Quinteros, que ganar encerrándome mezquinamente en mi portería.