José “Chacho” Saavedra Banzer siempre me pareció un hombre positivo. No era de expresiones grandilocuentes ni de encontrar un problema para cualquier solución. Depositaba confianza en quienes tenían una tarea que hacer a favor del fútbol y los respaldaba a muerte.

Eso es lo que viví en ese 1996 de tan grata memoria, en que preparamos la defensa de la altura. Fue un trabajo serio, coordinado y sin mezquindades. Por un lado el gobierno del Presidente Sánchez de Lozada a través de la Secretaría de Deportes con Guido Meruvia; por el otro la FBF a la cabeza de “Chacho” y la Liga con Guido Añez; y finalmente el Instituto de Biología de la Altura bajo la batuta del Dr. Vargas.

Chacho entendió el desafío y lo encaró poniendo por delante su trabajo y su imagen. Estaba muy bien conectado con la cúpula del fútbol sudamericano, lo que facilitó nuestra –muy útil- gira preparatoria por varios países sudamericanos antes de ir a Zurich que fue decisiva para el desenlace final.

Aunque a última hora no necesitamos hacer la presentación que habíamos preparado meticulosamente, porque la FIFA decidió habilitar a La Paz como sede de nuestra selección, la sensación de éxito que tuvimos fue extraordinaria. Nos invadió la euforia y celebramos con pasión aquel éxito gritando el ¡Bo-bo-bo…! en la entrada del hotel donde estábamos alojados en Zurich.

Chacho fue un dirigente que siempre dio la talla. Como cabeza de mi entrañable Always Ready, como cabeza de The Strongest (club en el que tenía volcado el corazón) y como cabeza de la Federación. Pocos recuerdan que después de 1963 y 1993, el mayor éxito histórico de Bolivia fue el subcampeonato sudamericano obtenido en 1997 en una actuación casi impecable de nuestra selección que sólo fue derrotada por el mejor equipo del mundo de entonces: Brasil, que en esa ocasión sí llevó a La Paz su mejor equipo al que solo pudo doblegar Francia en 1998. Chacho era presidente de la Federación que organizó el torneo en Bolivia y logró que su selección conquistase el segundo lugar.

De él guardo gratos recuerdos en dos sentidos, en el profesional y en el humano. Por eso me indignó muchísimo cuando funcionarios del actual gobierno lo acusaron de haber negociado la habilitación de La Paz por una sola eliminatoria, con el compromiso de hacer un estadio por debajo de los 3.000 metros y quien sabe con que otro “incentivo”. Una canallada sin nombre que el tiempo se encargó de desmentir. Me consta porque estuve allí, la forma transparente y clara con la que Saavedra defendió y reivindicó nuestro derecho.

Por todo ello, mi homenaje a la persona y al dirigente. Dejó huella y de las buenas en nuestro fútbol.

José Saavedra Banzer nació en Santa Cruz el 5 de junio de 1940 y murió en La Paz el 3 de abril de 2013, a los 72 años . Ocupó la presidencia de la FBF en dos periodos 1990-1992 y 1994-1998. Fue presidente de Always Ready entre 1976 y 1978 y de The Strongest   entre 1980 y 1984.