
Carlos D. Mesa Gisbert
Velocidad, fútbol vertical. Triverio sale prácticamente de su área, lleva la pelota con rapidez y Cuéllar ya adivina lo que viene, por eso lo acompaña como un relámpago y espera. El ex atigrado le hace un pase suave y este encara a Arrascaita, que no llega, y le cruza la pelota a Banegas que sale desesperado a intentar cubrir. Cuéllar la coloca en el resquicio exacto. La pelota entra por un costado y es el 3 a 0 de Always a Strongest a los 47 minutos de la primera mitad del encuentro.
Fue en el Siles ante un Tigre desesperadamente necesitado del triunfo con su hinchada entregada y enfervorizada. Estuvimos allí para verlo y disfrutarlo. Ese gol fue el del título. El 3 a 2 final comenzó a prender la cuarta estrella en el escudo albirrojo.

En Villa Ingenio, en su casa cuatro días después, la noche del 11 de diciembre de 2025, Always Ready tejió la telaraña de una goleada fácil (6 a 0 a Guabirá) para alegría de sus seguidores. El Alto vio la primera vuelta olímpica de los millonarios en su estadio, con la copa y el título del bicentenario de la patria. Anotaron los mejores, el caudillo Fernando Saucedo, el defensor más aguerrido Marcelo Suárez, el talentoso capitán Héctor Cuellar, el joven delantero Carlitos Rodríguez, el artillero paraguayo Héctor Bobadilla y el mediocampista argentino Tomás Andrade. Solo faltó el mejor jugador del plantel, Moisés Paniagua, que hizo un gran partido. Al final el veterano y ya albirrojo de corazón Alain Baroja, venezolano de origen, lloró inconteniblemente superado por la emoción por un premio merecido, además de ser el mejor arquero del torneo.
Always fue el mejor. Lo fue enfrentando a sus dos rivales inmediatos y de mayor calado. Bolívar y The Strongest. Su secreto, una combinación de toque, triangulación rápida y un ritmo intenso con gran proyección ofensiva y sentido de oportunidad en el contragolpe. Apostó por una base de jugadores jóvenes, algunos formados en su cantera y otros llegados de otros equipos (Suárez, Paniagua, Cuellar, Maraude para poner unos pocos ejemplos), apañados por una columna vertebral de madurez (particularmente Baroja, Rambal y Saucedo). Bobadilla con 20 goles (0,68 goles por partido), fue el máximo anotador del club y el segundo del campeonato. Alain Baroja, el portero albirrojo, fue el menos vencido del campeonato con 29 goles en contra (1 por partido) La experiencia de Baldivieso, referente estelar del mejor fútbol de nuestra historia, aportaron lo demás.

Las cuatro estrellas

En 1951, Always comenzó a mostrar su pasta de grande. Sus figuras no eran poca cosa, el “Chembo” Gutiérrez arquero indiscutido de la selección y tres cordobeses de oro: Juan Carlos “Milonga” Heredia, que había sido jugador de la selección argentina, un creador de talento increíble; Hipólito Montenegro un puntero zurdo endiablado y el goleador de goleadores, el letal Juan Pinnola, histórico máximo anotador del fútbol paceño de todos los tiempos. Se consagró goleador del torneo con 21 goles (1,50 goles por partido) La mano mágica que conducía al equipo era la del prócer Julio Borelli que fue DT y presidente del club. Primer campeonato de su historia.

En 1957 se sumaron a Pinnola y Montenegro, dos monstruos del fútbol nacional. El inolvidable Mario “Tano” Dimeglio, demoledor delantero zurdo albirrojo, símbolo y sinónimo de Always, alma y columna vertebral del gran equipo, entonces miraflorino, que en esos años le plantó cara a Bolívar y The Strongest. El otro, el desgarbado camba de manos de gigante, llamado Griseldo Cobo, un arquero legendario que se había formado en el Always de Santa Cruz y que se consagró ese año, el 57, como bastión bajo los tres palos del club y de la selección. Pinnola fue goleador del campeonato con 20 goles (1,42 goles por partido). Dirigió ese memorable plantel Vicente Arraya el exarquero de The Strongest, una leyenda de nuestro fútbol. Segunda estrella.

En 2020, 63 años después (el mayor tiempo entre un campeonato y otro en un club en América del Sur), tras una larga y penosa travesía del desierto, Always volvió para quedarse. Esta vez con el gigante Lampe en el arco, defensores de la experiencia de Nelson Cabrera y Marc Enoumbá, mediocampistas como Fernando Saucedo (que ganaría el campeonato también en 2025), Samuel Galindo, el motor del equipo Javier Sanguinetti y el talismán, el delantero Marcos Ovejero. Sanguinetti con 13 goles (0,50 goles por partido) fue el artillero del equipo y tercero del torneo. En el devastador año del COVID, el CAR hizo historia. Condujeron ese equipo Óscar Villegas y Omar Asad. Volvió y fue campeón por tercera vez.
El título del bicentenario fue, con ventaja, el de mejor desempeño histórico del club millonario. Los datos son abrumadores:
| AÑO | PJ | PG | PE | PP | GF | GC | GD | GP | PTOS | %PTOS |
| 1951 | 14 | 8 | 5 | 1 | 45 | 23 | 22 | 3,21 | 21 | 75,00% |
| 1957 | 14 | 7 | 5 | 2 | 37 | 18 | 19 | 2,64 | 19 | 67,85% |
| 2020 | 26 | 16 | 3 | 7 | 59 | 29 | 30 | 2,26 | 51 | 65,38% |
| 2025 | 30 | 22 | 5 | 3 | 91 | 34 | 57 | 3,03 | 71 | 78,88% |
2025 ostenta el mayor número de partidos, triunfos, goles a favor, gol diferencia, puntos y -lo más importante- el mejor porcentaje de puntos obtenidos sobre el total posible. Recordemos ademas que mantuvo su invicto como local en todo el torneo..

Solo pude disfrutar dos de los cuatro títulos (además del campeonato paceño obtenido en 1968). Armando Pagano, uno de los grandes dirigentes históricos del club me hizo hincha cuando apenas tenía once años, hacen ya 61 años, casi los mismos que tardamos en obtener la tercera corona. Nunca terminaré de agradecerle.
Con las presidencias de Vladislav Heksner, René Quiroga, Fernando Costa y Andrés Costa, Always fue un grande y hoy ha vuelto a ser un grande del fútbol boliviano.