
Bolívar, El campeón de campeones, consolido su historia el año en que la FBF decidió volver a la modalidad de un campeón anual. El título se definió en partido único (jugado en el Félix Capriles en Cochabamba) entre el campeón del primer torneo, San Antonio de Bulo Bulo y el del segundo, Bolívar. Ambos torneos muy desbalanceados, para ganar el primer torneo San Antonio jugó 14 partidos, para ganar el segundo Bolívar jugó 30.
EL SEGUNDO CAMPEONATO
LAS CIFRAS

El torneo, con 16 equipos, se jugó en la modalidad de todos contra todos en dos ruedas. Se jugaron un total de 272 partidos.
El campeón, Bolívar, con 67 puntos obtuvo el 74,40% de los puntos en juego. El subcampeón, The Strongest, con 60 puntos obtuvo el 66,66%.
42 goleadas en el campeonato. Fue una competencia desequilibrada con diferencias entre los equipos de arriba de la tabla y la de los noveles y más débiles. Lo muestran muchas goleadas por cifras muy abultadas.
Los clubes más goleadores: Bolívar con 11 goleadas a favor, Gualberto Villarroel SJ 7 y The Strongest 5. Los equipos más goleados: Real Santa Cruz con 7 goleadas en contra, Guabirá 5 y Oriente petrolero, Blooming y Royal Pari 4 cada uno.

Revisemos las goleadas más abultadas: The Strongest 8 San Antonio 0; Aurora 7 Real Santa Cruz 1; Gualberto Villarroel SJ 6 Blooming 0.
Goleadas como visitantes: San Antonio 0 Royal Pari 3; Blooming 0 Bolívar 5; San Antonio 0 The Strongest 3; Guabirá 0 Bolívar 3; Always Ready 1 Bolívar 5; Aurora 0 Royal Pari 3; Independiente Petrolero 3 Always Ready 7; Real Santa Cruz 1 Real Tomayapo 5; Oriente Petrolero 1 Bolívar 4.
Los clubes grandes que fueron goleados: Blooming y Oriente Petrolero 4 veces cada uno; The Strongest 3 y Wilstermann 1.

Veamos los goles anotados por equipos. Los más: Bolívar con 76 goles a favor (2,53 por partido), The Strongest y Gualberto Villarroel SJ 62 (2,06) cada uno. Los menos: Santa Cruz y Royal Pari con 30 y Wilstermann con 35. Las mejores defensas: Bolívar con 25 goles en contra (0,83); Wilstermann 30 (1,00) y The Strongest 34 (1,13). Las peores defensas: Real Santa Cruz con 68 (2,26), San Antonio, Oriente Petrolero e Independiente Petrolero 58 (1,93) cada uno.
El número de triunfos y derrotas de los punteros es ilustrativo. El campeón ganó 20 partidos, empató 7 y perdió 3. El subcampeón ganó 18, empató 6 y perdió 6.
EL CAMPEÓN

Bolívar fue el claro favorito y el ganador incuestionable del torneo con un equipo casi incuestionable, bajo la conducción de Flavio Robatto y Vladimir Soria (nominalmente asistente pero que condujo más una decena de partidos). El liderato del equipo fue el mediocampista de creaciónista Ramiro Vaca, secundado por Patricio Rodríguez, a pesar del largo tiempo que pasó lesionado. Adelante un delantero inteligente y con toque como Bruno Sávio y los destellos de Oviedo. En la contención el incombustible Justiniano y atrás los hermanos Sagredo y Orihuela. La lesión de Carlos Lampe en el arco le dio oportunidad a un solvente Rubén Cordano. Como revelación el juvenil Ervin Vaca.
Su liderato no corrió riesgos a pesar de las presiones de su eterno rival. Pasó un solo sofocón incomprensible con la derrota inexplicable por 0-1 en La Paz frente a Aurora y tres empates como local. Terminó con 6 punto de ventaja sobre el segundo¿, The Strongest al que derroto claramente por 4 a 1 (empate 1 a 1 en la primera rueda) sellando su camino a la corona.

EL SEGUNDO

Con un técnico errático en su presencia al mando del equipo, Ismael Rescalvo, a pesar de su esfuerzo no estuvo nunca en condiciones de pelear el campeonato con Bolívar, igual que fue un claro segundo. Conducido por el veterano Michael Ortega, contó con fogueados jugadores como Wayar y Arrascaita; talentoso como Bruno Miranda, o arietes como Ursino, tuvo siempre la solvencia del notable arquero Viscarra.
A pesar de esta estructura base, el equipo fue muy irregular y sufrió derrotas duras y abultadas como el 5 a 2 contra Gualberto Villarroel SJ en Oruro, o el 4 a 1 ante Blooming en Santa Cruz. Su opción de oro la perdió ante Bolívar en la segunda rueda por goleada. En el anverso logró triunfos cómodos ante Oriente de visita o Nacional Potosí.
TERCERO Y CUARTO

Gualberto Villarroel San José, equipo orureño recién ascendido logró el tercer lugar y un cupo en la Sudamericana. Vistiendo los colores y parte del nombre del descendido San José el gran equipo histórico de Oruro que no sólo descendió, sino que se ahogó en una millonaria deuda que complica su futuro. La hinchada del santo pasó a poyar a Gualberto Villarroel, aunque se trata de una entidad distinta jurídicamente y futbolísticamente. Con 48 puntos quedó lejos de los dos ganadores con un equipo. Con el talento de Hernán Rodríguez volante ofensivo, Aldair Mamani en la creación y el goleador Sobrero, el equipo desarrollo un fútbol muy ofensivo que no cambio ni bajo la dirección técnica de Eduardo Villegas ni la de Julio Baldivieso.
Aurora empató en punto con Gualberto Villarroel, pero quedo cuarto por gol diferencia. El equipo del Valle hizo un muy buen campeonato, El renacimiento de Jair Reynoso como goleador le dio una inyección de efectividad fundamental, en el mediocampo un connotado veterano como Didí Torrico y en la defensa la solvencia de Carlos Sejas fueron la columna vertebral del cuadro del pueblo.
LOS OTROS COMPETIDORES

Sin recuperar sus mejores momento en la división profesional Always Ready consiguió la quinta posición que no le alcanzó para un torneo internacional, cortando una racha de cuatro presencias consecutivas en Libertadores y Sudamericana. Su talón de Aquiles la patológíca inestabilidad de sus técnicos. Tuvo 4: Óscar Villegas, Flabio Torres, Julio Quinteros y Facundo Biondi. Mantuvo su apuesta por los jóvenes. Su pilar futbolístico fue Robson Matheus.
Nacional Potosí mantiene un nivel competitivo que le garantizó un puesto en la Sudamericana, dándole a Potosí la certeza de contar con un cuadro solvente.
Blooming, con ventaja el mejor de los cruceños, sigue mostrando la esclerosis inexplicable del fútbol de Santa Cruz que no levanta cabeza y, a estas alturas, demanda una respuesta dirigencia y empresarial de la primera urbe económica del país para devolverle competitividad a un fútbol regional que obtuvo su último título en 2015.
Wilstermann navega aguas más que turbulentas, su octavo lugar fue meritorio considerando su dramática, casi terminal situación económica que lo colocó al borde del abismo.
Real Tomayapo, con un modesto presupuesto, mantiene su perfil de equipo de media tabla, aspirando -y a punto estuvo- a una plaza en la Sudamericana.
Independiente Petrolero, excampeón, redujo sus aspiraciones a la permanencia en la división profesional.
Lo de Oriente Petrolero fue la frustración de un equipo que pareció arrancar con grandes aspiraciones, pero que se desbarrancó relativamente pronto, para terminar en el puesto 11, sumido en un grave crisis institucional que le costó el cargo al histórico exjugador Ronald Raldes.
Universitario de Vinto ocupó el puesto que sus condiciones de infraestructura económica y organizativa permite, lejos del segundo lugar en el apertura 2024.
San Antonio de Bulo Bulo sufrió el síndrome del éxito al ganar el torneo apertura dando un campanazo histórico en el fútbol nacional ,pero mostró que fue sólo eso, un fogonazo. En el segundo torneo de todos contra todos no pudo resistir el ritmo y la exigencia, terminando con 31 puntos en el lugar 13. Así y todo logró el subcampeónato nacional del año.
Guabirá en el baile del descenso, sigue como el equipo que camina siempre en la cuerda floja. Sobre el final se salvó del descenso.
Royal Pari terminó penúltimo y en los partidos del descenso indirecto, protagonizó una vergüenza al retirarse en medio de un partido por considerar «injusto» un penal en su contra. En condiciones adecuadas dicha acción implica una desafiliación automática del club.
Real Santa Cruz, apabullado por una realidad de debilidad crónica se vio condenado al descenso directo con apenas 22 puntos.
EL PARTIDO POR EL ÚNICO TÍTULO ANUAL
Reiniciando la modalidad de un campeón anual, el 22 de diciembre se jugó el partido entre el primer y el segundo campeonato, San Antonio y Bolívar, fue en Cochabamba en el estadio Capriles. En los papeles Bolívar era el super favorito. El resultado lo confirmo, un 2 a 0 en favor de los celestes, aunque fue un encuentro correoso en el que los de Bulo Bulo apostaron por el cero para ir a la lotería de los penales, hasta que en el cierre del primer tiempo Ramiro Vaca anotó el golazo de apertura y a partir de allí todo estuvo dicho, reforzó el resultado Fabio Gómez a los 87. Bruno Sávio, punzante e incansable, fue el mejor jugador del partido.
Bolívar fue campeón de 2024 y San Antonio subcampeón.
EL PLANTEL DEL CAMPEÓN

Bolívar, el campeón tuvo este plantel:
Rubén Cordano, Ervin Vaca, José Sagredo, Renzo Orihuela, Yomar Rocha, Leonel Justiniano, Ramiro Vaca, Patricio Rodríguez, Bruno Sávio, Carlos Melgar y Favio Gómez. Alex Granell, Fernando Saucedo, Jhon Velázquez, Jesús Sagredo y Luis Paz. Carlos Lampe, Diego Arroyo, Luis Hidalgo, Bruno Méndez, Alfio Oviedo, Henry Vaca, Jairo Quinteros, Francisco Da Costa, Lucas Chávez, Andrés Desábato, Paulino Paz, Erwin Saavedra, Javier Uzeda y Miguel Villarroel
EL MEJOR JUGADOR

Ramiro Vaca, el talentoso mediocampista de creacionista y vocación ofensiva. Consagrado en Bolívar y en la selección. Fue el cerebro del campeón, generador de fútbol preciso, letal en los tiros libres y en los remates de media distancia.
LOS GOLEADORES


Daniel Passira, el brasileño del subcampeón San Antonio y Juan Godoy el paraguayo de Independiente Petrolero con 22 goles fueron los máximos goleadores de 2024. Tommy Tobar, colombiano, jugador de Universitario de Vinto ocupó el tercer lugar con 19 tantos.
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