Tras tres triunfos consecutivos, Bolivia sufrió la peor goleada de toda la eliminatoria al mundial 2026. Que fue frente al campeón mundial, que jugó de visita, que Messi hizo un partidazo. El anterior máximo marcador de la albiceleste en esta versión fue precisamente frente a Bolivia en La Paz y frente a Chile en Buenos Aires en ambos casos por 3 a 0…

¿Qué explica esta caída? Algo muy simple, fragilidad tanto futbolística como mental. La Verde salió al campo con una alineación muy parecida a la de su racha de triunfos, con diferente dibujo táctico. Presentó una línea de 5 con dos aleros para una eventual proyección, un medio campo poblado por 4 hombres y un sólo punta. La idea era marcar en bloque medio y resolver la salida jugando con pases en clave de triangulación. El libreto duró 19 minutos, hasta el resbalón de Suárez, el regalo a Messi y el festival albiceleste que pasó de un control áspero del balón a un desplazamiento en clave des paseo de la mano de Fernández y De Paul. Con un Messi inspirado y un Martínez más que incisivo.

Matheus (Terrazas sustituto tampoco funcionó) y Villamil no consiguieron la mínima lucidez para tomar espacios de creación. El corto circuito fue total y Bolivia renunció a pasar el mediocampo. En la memoria de nuestro equipo volvió el síndrome de la trinchera. Desconectados, desorientados y superados plenamente. El efecto mental fue inseguridad, nervios y enredo en las decisiones. Volvió el esquema del rechazo sin destino ni sentido, entregando el mediocampo a los albicelestes que, a partir de esa capitulación, con su tridente hicieron lo que literalmente les dio la gana. Para ratificar esa superioridad Messi hizo un Hat trick y 2 asistencias para los tantos de Martínez y Álvarez.

No es coherente ni entendible un contraste de calidad tan abismal entre lo hecho ante Venezuela, Chile y Colombia y este descalabro. Más allá de las opciones de clasificación al mundial, sigue viva la pregunta clave ¿Cómo enfrentar de visita a grandes rivales con un mínimo de solvencia? El trabajo crucial está en resolver el vacío mayor, la labor defensiva en conexión con una salida serena. El escenario del fútbol de hoy, es la marca del rival desde el vamos, lo que implica dominio de pelota atrás y construcción de opciones de control mínimo del medio campo que debe estar en permanente movimiento. Con Chile tuvimos una puerta abierta, el contragolpe. Para ese trabajo parecen adecuados Fernández y Medina, pero lo otro debe trabajarse desde cero. En cuanto a Terceros, no existió porque lo que no existió fue un fútbol de creación que le permitiera penetrar en el área contraria.

Preocupante resultado, preocupante partido, preocupante presente. Por ahora, la llave la tiene El Alto y sus 4.095 metros sobre el nivel del mar.

6. Argentina: Gerónimo Rulli; Nahuel Molina Lucero, Cristian Romero, Nicolás Otamendi (m.72, Lisandro Martínez) y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul (m.64, Exequiel Palacios), Enzo Fernández y Alexis Mac Allister (m.64, Leandro Paredes); Lionel Messi, Lautaro Martinez (m.72, Nicolás Paz) y Julián Álvarez (m.64, Thiago Almada).

Seleccionador: Lionel Scaloni.

0. Bolivia: Guillermo Viscarra; Diego Medina, Luis Haquín, Marcelo Suárez, José Sagredo y Roberto Fernández (m.66, Luis Fernando Paz); Gabriel Villamil, Robson Matheus (m.78, Adalid Terrazas) y Ramiro Vaca; Miguel Terceros (m.66, Lucas Chávez) y Carmelo Algarañaz (m.78, Enzo Monteiro).

Seleccionador: Óscar Villegas

Goles: 1-0 m.19: Lionel Messi. 2-0 m.43: Lautaro Martínez. 3-0 m.45+3: Julián Álvarez. 4-0 m.69: Thiago Almada. 5-0 m.84: Lionel Messi. 6-0 m.86: Lionel Messi.

Árbitro: El peruano Kevin Ortega amonestó a Carmelo Algañaraz.

Incidencias: Partido válido por la décima jornada de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, disputado en el Estadio Antonio Vespucio Liberti ‘Monumental’, del barrio porteño de Núñez.